Capitulo 178: Lo que El Desea, es su Corazon
Una vez dispersada la multitud, él finalmente pudo contemplar el perfil de
Valentina. Habia planeado buscarla al mediodia, pero, para su sorpresa, ella se
habia adelantado.
Vestia un largo vestido lila, su cabello caia sobre los hombros, y mantenia las
manos cruzadas frente a su pecho, luciendo tan triunfante y despectiva que
apenas
lanzé una mirada a Noah antes de girarse bruscamente. Santiago, con una
sonrisa apenas perceptible en su rostro, se giré instintivamente para ocultarse.
Al asegurarse de que Valentina no lo habia visto, Santiago ordené a Thiago: -
Haz que suba la sefiora Valentina..
Luego, se dirigi6 rapidamente al ascensor.
Noah, a punto de estallar de ira al ver a Valentina alejarse, la siguié con un
sentimiento de desagrado.
-Valentina, espera...
—Sefiorita Lancaster, Don Mendoza la espera arriba —le interrumpié alguien
que se acerco a Valentina.
Noah lo reconocio: era un ejecutivo destacado de la Corporacién Mendoza.
¢Habia venido personalmente a buscar a Valentina? Noah, con una mirada a
Valentina, no se atrevié a insistir mas.
Valentina visitaba por segunda vez la Corporacién Mendoza, en la misma sala
de reuniones con biombos. Pero a diferencia de la Ultima vez, en la que sintié
una abrumadora presion, ahora se sentia mucho mas tranquila. No pudo evitar
preguntarse si realmente era Don Mendoza quien estaba detras del biombo.
—¢ Hola, Don Mendoza? -llamé, buscando confirmacion.
Detras del biombo, Santiago entrecerrd los ojos.
-¢Necesitas algo de mi? -pregunté con voz baja, intentando no sonar demasiado
frio para no repeler a Valentina.
Al escucharlo, Valentina supo que era Don Mendoza. Esa frialdad y superioridad
eran caracteristicas inconfundibles de su imagen, incluso a través del biombo.
Valentina, directa al grano, pregunto:
-La tltima vez en la Villa Valenzuela, Don Mendoza, ¢hubo avances en el asunto
que acordamos investigar?
-Los hay -respondi6 él.
-¢En serio?
Valentina se levanté de golpe y avanzé hacia el biombo, demasiado
emocionada. Al recobrar la compostura y ver la nuca del hombre detras del
respaldo de la silla, se detuvo, confundida. ¢ Estaba Don Mendoza evitandola a
proposito?
Santiago, tosiendo levemente como si tratara de ocultar algo, y luego respondid.
-Sefiorita Lancaster, no hay motivo para la excitacion. El conductor responsable
del accidente de aquel afio fue condenado a diez afios y salié hace medio afio.
Ya estoy buscando su paradero.
Valentina se sinti6 aturdida, la frase «sali6 hace medio afio» resonaba en su
mente. Siempre habia creido que el accidente, que habia ocurrido un dia
lluvioso y habia resultado en una colision, fue un mero incidente. Nunca habia
considerado la posibilidad de que la otra parte del accidente pudiera tener
respuestas que ella necesitaba.
—¢ Cuanto tardaran en encontrarlo? —pregunté Valentina, su voz temblaba
ligeramente.
Santiago, atin de espaldas, podia sentir su inquietud.
-Vuelve a casa por ahora. En cuanto tenga més informacion, me pondré en
contacto contigo.
Santiago queria consolarla, pero su identidad como Don Mendoza le impedia
hacerlo con naturalidad. Solo podia dejarla ir y volver a ser su marido.
Pero Valentina malinterpreté sus intenciones, recordando su conversacion en la
Villa Valenzuela. Mirando fijamente la nuca de Santiago, pregunté
instintivamente:
-¢ Qué es lo que quieres?
No iba a ayudarla sin motivo. Si realmente la veia como un reemplazo de Lucy,
entonces su objetivo debia ser ella misma. Valentina apret6 los pufios, su mirada
temblaba.
Tras un breve silencio, Valentina se armé de valor:
-Si lo que quieres soy yo...
-jValentina!
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125 BONUS
Santiago, comprendiendo lo que ella estaba a punto de decir, la interrumpié de
inmediato. El si la queria, pero no de la manera que ella pensaba.
-Lo que quiero no eres td.
Lo que él deseaba era su corazon, pero no podia decirselo.
Valentina, sorprendida, luego se relajé:
-Entonces, ¢qué necesitas que haga?
Valentina siempre habia sentido que, a menos que se aclarara qué se
intercambiaba, no podia estar tranquila. Saber qué queria él le permitiria
asegurarse de que la ayudaria en su busqueda.
Entendiendo sus pensamientos, Santiago guardo silencio un momento antes de
decir:
-Lo que pido es poder verte en el momento que desee.
Valentina quedo perpleja. ¢Eso era lo que él queria? Observando la nuca de
Don Mendoza, Valentina pronto entendi6 lo que realmente deseaba Don
Mendoza. Se veia a si misma como un sustituto de Lucy; tal vez él queria, al
pensar en Lucy, encontrar consuelo en su presencia. El lo habia dicho, no la
queria a ella, asi que ese consuelo era solo un puro anhelo. jLo importante era
que no tenia intenciones inapropiadas hacia ella!
-¢Entonces, deberia esperar a que usted me llame en cualquier momento?
Valentina exhalé profundamente.
Tras dejar la sala de visitas, la desconfianza de Valentina hacia Don Mendoza se
disipé al instante, pero las palabras que él habia dicho sobre el accidente de su
madre seguian rondando en su mente.
Justo cuando Valentina se marché, Santiago ya no podia quedarse quieto.
Inmediatamente, fue al Grand Hotel de Coralia; tenia algo que entregarle a
Valentina.
En el Grand Hotel de Coralia.
Lucia, que originalmente vivia en la Villa Valenzuela, habia estado esperando
deliberadamente en el hotel durante varios dias.
Finalmente, al ver a Santiago regresar al hotel, ella queria saludarlo, pero viendo
su apuro, subiendo rapidamente las escaleras solo para bajar de inmediato y
subirse al coche sin pausa alguna, Lucia supo de inmediato que iba a ver a
Valentina.
+25 BORUS
El coche no era uno de los lujosos vehiculos de la Corporacion Mendoza.
Lucia, aunque descontenta, sacé su teléfono movil intentando invitar a Valentina
a salir antes de tiempo, pero nadie respondio a la llamada tras mucho tiempo.
Murmurando una maldicién en voz baja, Lucia se apresuré a seguir en su coche
detrés de Santiago.
En el camino de regreso a la empresa, Valentina no podia dejar de pensar en
aquel accidente.
Incluso sentada en su oficina, estaba distraida y no presté atencion a las
llamadas perdidas en su movil.
-iOh! ¢Sefior Mendoza...?
Fuera de la oficina, Giselle estaba a punto de entrar cuando vio al esposo de su
jefa acercandose.
Con su estatura imponente y un rostro tan guapo como el de una estrella de
cine, Giselle habia estado secretamente admirando a esta pareja por mucho
tiempo.
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Asi que, al ver al Sefior Mendoza
dirigirse a la oficina en busca de su
jefa, Giselle, que tenia un asunto que
discutir con su jefa, retrocedio
discretamente para dejarlo pasar
primero. The content is on
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Santiago empujo la puerta y entré.
Cuando Valentina vio a quien llegaba, todavia no habia reaccionado cuando el
hombre ya habia tomado su mufieca.
-Te llevaré a un lugar.
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Santiago estaba radiante, su guapo
rostro parecia naturalmente hecho
para una sonrisa brillante, y Valentina
no tenia ninguna resistencia. No fue
hasta que bajaron y subieron al
coche que Valentina pregunto. The
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-¢A donde me llevas?
-Ya lo sabréas en un rato -dijo Santiago misteriosamente, inclinandose para
abrocharle el cinturén de seguridad a Valentina.
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Cuando su gran cuerpo se inclind
hacia ella, Valentina contuvo la
respiracion. Su rostro estaba cerca
de su pecho, y desde ese angulo,
viendo su perfil, el corazon de
Valentina comenzo a latir mas
rapido, tan fuerte que parecia que iba
a saltar de su pecho. The content is
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iEsto era un problema!
+25 BONUS
Valentina contuvo la respiracion, tratando de calmar el ritmo de su corazén. Pero
cuanto mas lo intentaba, mas rapido latia su corazon, incluso su rostro se puso
rojo.
Santiago, viéndola, eshboz6 una sonrisa, disminuyendo intencionalmente su
velocidad, y luego se inclind hacia Valentina, susurrandole al oido: