Capitulo 188: Illusion o Realidad
Valentina, con las mejillas encendidas en un tono rojizo, parecia aturdida por un
momento. Pero pronto, se sintié extremadamente mareada.
-¢Marido? ¢ Qué marido?
Mir6 su teléfono, pero su vision seguia borrosa y no podia verlo con claridad. La
fatiga la
invadié, y Valentina se dejo caer en el sofa, su respiracion se fue haciendo mas
y mas regular. El teléfono ain mostraba la llamada en curso.
En el hotel, Santiago tenia una expresion seria.
-¢ Valentina?
Llamé varias veces, pero ella no respondié. jEsa mujer seguramente se habia
quedado dormida por la borrachera!
Preocupado por dejarla sin cuidado, Santiago, a pesar del dolor de su herida,
llamé a Thiago.
-¢Don? -Thiago entré en la habitacion y vio a Santiago con el torso desnudo, y
luego escuché sus instrucciones.
-Traeme un juego de ropa de los guardaespaldas.
Thiago, después de una pausa, pregunté:
-Don, ¢ para qué necesita la ropa del guardaespaldas?
“Solo tréela, y rapido.¢ Para qué tanta pregunta?» pensé Santiago, ansioso por
estar al lado de Valentina, que estaba sola y borracha.
Recordando el intento de asesinato de ese dia, Santiago dijo con un tono grave:
-Sé discreto en tus movimientos. -Thiago no perdié tiempo.
Minutos después, un conjunto de camisa blanca y traje negro fue entregado a
Santiago. Se visti6. dio algunas instrucciones a Thiago, quien luego organizé a
algunos guardaespaldas para acompafiar a Santiago al estacionamiento
subterraneo. Cada guardaespaldas se subi6 a un
coche y salieron del estacionamiento.
Lucia no volvié a la Villa Valenzuela, sino que se quedo en el hotel. Para obtener
informacion sobre Santiago, soborné a los empleados del hotel, asi que cada
vez que habia movimiento en la
suite presidencial, Lucia recibia una llamada.
-Sefiorita Valenzuela, algunos guardaespaldas han salido del estacionamiento y
se han ido en
coche.
Lucia no le dio importancia al escuchar que solo eran guardaespaldas. La misma
informacion llegé también a los oidos de César en el hospital.
-¢ Solo guardaespaldas?
César, vestido con ropa de paciente, habia sido herido en un intento de
asesinato en el que
Santiago recibi6 un disparo y él otro, pero todo era parte de un plan para eludir
responsabilidades.
Desde el intento de asesinato meses atras, la familia Sun habia sido erradicada
por Santiago. Los de Guadalajara no se atrevieron a mover un dedo, pero nunca
dejaron de intentar acabar con Santiago. La llegada de César a Coralia era
precisamente para tratar con Santiago.
-Solo guardaespaldas.
Tan pronto como el asistente terminé de hablar, recibié un mensaje en su
teléfono y reporté de
inmediato:
-Hace un minuto, varios coches regresaron al El Grand Hotel de Coralia.
-Eh—fruncié el cefio César-, sigue vigilando. Informa de inmediato si se mueve.
-Entendido -respondi6 el asistente.
Pero lo que no sabian era que Santiago ya habia vuelto a la Villa de Los
Pinares. Al abrir la puerta, el fuerte olor a alcohol lo golpeé. Botellas de vino
esparcidas por el suelo, y Valentina estaba tendida en el sof, con su cabello
desordenado cubriéndole la cara, sin un apice de
belleza.
Santiago fruncié el cefio, se acerco al sofa y se agachd, apartando su cabello
desordenado. Al ser perturbada, Valentina fruncié el cefio. Al intentar darse
vuelta, se sintié débil y estaba a punto de caer nuevamente, pero alguien la
sostuvo por los hombros.
Valentina se gird, confundida. A través de su visién borrosa, vio un rostro
hermoso, muy parecido al de su marido. Pero su marido estaba con una nueva
clienta, ¢cémo podria estar aqui? Debe ser su imaginacion, penso, borracha.
Con la ayuda de esa fuerza, Valentina se volvié a acostar, pero la ilusién no
desaparecié. Fruncio
el cefio y, sin poder evitarlo, extendio la mano y tocé su mejilla.
A pesar de ser una ilusion, ¢por qué se sentia tan real? Valentina sonri6 y
pellizcé esa hermosal
cara.
Santiago: ¢Estaba usando su cara como un juguete?
Justo cuando iba a agarrar su mano, Valentina de repente fruncié el cefio.
-Tu cara esta muy callente...
Valentina tocé su frente, y como si no pudiera medir su temperatura con
precision, de repente se sentd, sosteniendo la cara de Santiago y pegando su
frente a la de él.
Este contacto cercano era demasiado tentador para Santiago, que quedo en
blanco por un momento. Valentina sintié su temperatura, sin darse cuenta de la
intensidad en los ojos de Santiago, profundos como un lago oscuro.
-Tienes... fiebre.
Valentina estaba a punto de retirarse cuando una mano grande sostuvo la parte
posterior de su cabeza. Antes de que pudiera reaccionar, esa hermosa cara se
acerco y Santiago sell sus labios.
Visit popsnovel.com to read full content.
Valentina quedd en blanco. Cuando
se dio cuenta, quiso apartarlo, pero
luego cambié de opinién. Si era su
ilusion, jtodo deberia estar bajo su
control! Valentina, de repente
tomando las riendas, mordi6 a
Santiago con fuerza. The content is
on popsnovel.com! Read the latest
chapter there!
Santiago sinti6 dolor, y un sabor metalico se esparcié por su boca. Santiago rio
suavemente.
Visit popsnovel.com to read full content.
A la mafiana siguiente, Valentina
despertd con un fuerte dolor de
cabeza. Al darse cuenta de que
estaba en su habitacion, fruncio el
cefio. Recordaba haberse
desmayado en el sofa la noche
anterior después de emborracharse.
¢Como habia llegado a su cama? The
content is on popsnovel.com! Read
the latest chapter there!
Intent6 recordar, pero solo unos pocos fragmentos vinieron a su mente,
dejandola rigida. Se levanté rapidamente y corri6 a la habitacién de su marido,
que estaba impecable, como si nadie
hubiera estado alli.
-iFue un suefio! -Tenia que ser un suefio. Valentina sacudié la cabeza y-corrié al
bafio para lavarse, tratando de sacar esos fragmentos de su mente.
Visit popsnovel.com to read full content.
Mientras tanto, en la suite
presidencial del El Grand Hotel de
Coralia, Dylan habia llegado durante
la noche con un médico privado tras
enterarse de que Santiago estaba
herido. Pero Santiago no habia
regresado cuando llego. The content
is on popsnovel.com! Read the latest
chapter there!
Dos horas antes, Santiago finalmente regres y se desmay6 al entrar. Por
suerte, el médico estaba alli y, tras confirmar que se habia desmayado por la
fiebre, le dio tratamiento de
emergencia, le bajo la fiebre y le cambid los vendajes de la herida.
Hace unos minutos, Santiago finalmente desperté. Dylan estaba parado frente a
la cama,
mirando a Santiago con una expresion extrafia. Santiago, con el cefio fruncido,
apart6 la mirada.
-Puedes irte.
¢lrse? ¢Cémo podria Dylan irse? Mirando a Santiago con preocupacion, dijo:
-¢,Coémo puedes... con esa condicion...? ¢No te importa tu vida?
Santiago: “¢.¢.¢.A qué se referia con eso???»
Recordando el beso de la noche anterior, Santiago se sinti6 culpable.
-iYo no hice nada!
¢Nada? Dylan sonri6 significativamente y, en lugar de presentar pruebas, le dio
un espejo a Santiago.
-iMirate y veras si hiciste algo!