Cariño eres multimillonario

Capitulo 231: No Permitiré que Sufra
-Esta bien.
Respondi6 Alonso, con un semblante complejo. Sin embargo, su rostro denotaba
seriedad, sin rastro de alegria. Don Ral, inmerso en su felicidad, fruncié el cefio
al notar esto.
-Alonso, he encontrado a la hija de tu tia, ¢ parece que no te alegras?
¢Alegrarse? ¢ Como podria él alegrarse? Sabia que su tia era el tinico
remordimiento de su abuelo, y habla visto con sus propios ojos el sentimiento de
culpa que don Raul llevaba durante tantos afios. Mas que nadie, deseaba que su
abuelo pudiera encontrar a su tia o alguien relacionado con ella.
Pero nunca imaginé que, al encontrar a esa persona, resultaria ser Aitana.
Debido a Valentina, sentia una aversion subconsciente hacia Aitana, incluso
rechazo. Sin embargo, también sabia lo que debia hacer.
-Abuelo, yo estoy muy...
Justo cuando Alonso iba a hablar, Aitana lo interrumpi6.
-Abuelo, (como podria estar triste Alonso? En el camino al hospital, estaba muy
asustada, y Alonso me consol. Gracias, hermano Alonso.
Aitana, con una sonrisa dulce y una expresion inocente, buscaba aliviar la
situacion para Alonso. ¢Quizas asi él recordaria este gesto a su favor? Aitana
conocia bien estas tacticas; ahora que era reconocida como parte de la sangre
de la familia Valenzuela, estaba segura de poder hacer que Alonso la protegiera,
tal como lo hacia con Valentina.
En su corazon, Aitana se sentia tanto triunfante como expectante.
-Claro, Aitana es tan encantadora, tanto mi hermano como yo estamos felices de
tener a Aitana
como parte de nuestra familia.
Lucia secundé con entusiasmo. Esto hizo que don Rall se relajara, su cefio
fruncido desaparecio
poco a poco.
Pero en el corazén de Alonso, la preocupacion era una sombra gue no se
disipaba.
ar
-Abuelo, voy a preparar la ropa para Aitana -dijo, antes de salir del cuarto del
hospital.
Al dejar el hospital, Alonso empez6 a buscar a Valentina, pero no logré
encontrarla por mas que miré. Traté de llamarla, pero Valentina no contesté el
teléfono.
+15 BONOS
En un taxi, Valentina miraba la pantalla de su mévil sin dejar de sonreir desde
que sali6 del hospital. Sabia que Alonso la llamaba para consolarla, para
persuadirla. Pero para ella, la familia
Valenzuela no era algo por lo que anhelaba. Ya habla dejado eso atras.
Lo Unico que queria era dormir tranquilamente. A partir de mafiana, seria solo
Valentina, la hija de Estrella, afortunadamente con las Joyas Starlight que su
madre le habia dejado. Eso era lo que
realmente deseaba proteger.
Pero ahora que Aitana se habia convertido en la verdadera sefiorita de la familia
Valenzuela, con
su obsesion por ella, Valentina solo esperaba no tener que lidiar con sus
problemas.
Pero, al final, lo que importaba era descansar primero. Incluso si surgian
problemas, Valentina
estaba preparada para enfrentarlos.
Al regresar a la Villa de Los Pinares, Valentina se sumergi6 en su cama y
rapidamente cay6 dormida. Alonso, incapaz de contactar a Valentina por teléfono
y extremadamente preocupado,
intent6 comunicarse con el esposo de Valentina, solo para darse cuenta de que
no sabia cémo
contactarlo y que nunca lo habia visto en persona.
En ese momento, Federico llamé para pedirle que preparara ropa para Aitana y
luego regresara a la Villa Valenzuela para cenar en familia. Sin otra opcién,
Alonso llamé a Santiago. En el edificio Mendoza, en la oficina del tltimo piso,
Santiago jugueteaba con una moneda mientras escuchaba a Thiago reportar los
movimientos de la familia Mendoza en Guadalajara.
Justo cuando Thiago mencionaba el accidente automovilistico de la madre de
dofia Mendoza, el teléfono de Santiago soné. Al ver el nombre de Alonso en la
pantalla, una expresion de sorpresa cruzé su guapo rostro. Si Alonso lo buscaba,
tenia que ser por algo importante. Sin dudar, Santiago contesto la llamada.
Antes de que Santiago pudiera decir algo, la voz ansiosa de Alonso se adelanté.
-¢Podrias contactar a Valentina?
El simple hecho de mencionar a Valentina hizo que Santiago se tensara.
-¢Qué ha pasado?
Preguntd, enderezandose en su silla con tal impetu que la moneda que
jugueteaba cay6 sobre el
escritorio y rodé unos instantes antes de detenerse.
Alonso no entr6 en detalles sobre los problemas de la familia Valenzuela,
limitandose a decir.
-Ha ocurrido un incidente...
Percibiendo la preocupacion de Santiago por Valentina, Alonso se arrepintié de
haber llamado y.
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tentativamente, pregunto:
-¢Sabes quién es el esposo de Valentina?
La pausa que siguio6 fue elocuente: Santiago evidentemente estaba al tanto. Sin
esperar respuesta, Alonso continué:
-Si es posible, me gustaria que te comunicaras con €l, para que se ocupe de
Valentina.
Lo que realmente queria decir era que preferia no involucrar a Santiago con
Valentina directamente, viéndolo solo como un intermediario.
Un destello de ironfa cruzé la mirada de Santiago antes de colgar el teléfono con
una risa fria. ¢ Qué diferencia haria su compafifa comparada con la del esposo
de Valentina?
-Voy a volver a casa -anuncio, levantandose y tomando la moneda antes de salir
apresuradamente de la oficina.
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Media hora mas tarde, Santiago llego
ala Villa de Los Pinares. La casa
estaba envuelta en silencio. La
preocupacion lo habia acompafiado
durante el camino, pero al abrir la
puerta del cuarto de Valentina y
encontrarla dormida placidamente,
un suspiro de alivio y un atisbo de
ternura suavizaron su expresion. The
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-Si puede dormir, entonces no debe ser nada serio.
Razon6 mientras se sentaba junto a la cama para acariciar suavemente el
desordenado cabello negro de Valentina.
Su mirada era la de alguien contemplando a un ser querido con inmenso carifio.
-No importa lo que suceda, estaré aqui para protegerte -murmurd, observando el
perfil de Valentina.
La tranquilidad de verla dormir calmé su corazon, y se recosté a su lado,
quitandose el abrigo. Con la llegada de la noche, la habitacién se sumié en la
oscuridad, prevaleciendo solo la tranquila respiracién de ambos.
Mientras tanto, en la Villa Valenzuela, el ambiente era de celebracion. Aitana
habia decidido no ingresar al hospital, optando en cambio por recuperarse en la
Villa Valenzuela, donde don Raul habia hecho venir al médico de la familia para
atenderla.
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Ahora que su identidad habia sido
revelada por don Raul, Aitana estaba
decidida a disfrutar de su estancia al
maximo. Al llegar del hospital, fue
recibida por un coro de sirvientes,
nifieras, y jardineros que la saludaron
con reverencias, marcando la
diferencia en su trato comparado con
Lucia y Valentina. The content is on
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+15 BONOS
Don Ral mostré una preocupacion excepcional por ella durante la cena.
Después, hizo que Alonso convocara a gerentes de prestigiosas marcas de ropa
para que Aitana eligiera entre los préximos lanzamientos, aseguréandose de que
las prendas fueran hechas a medida
exclusivamente para ella, un privilegio que incluso Lucia no habia disfrutado.
Cuando Aitana intent6 retirarse a su habitacion, Lucia impidié que cerrara la
puerta, su sonrisa
llevando un tinte de misterio.
-¢Puedo entrar, hermanita Aitana?
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Pregunto, aunque su tono indicaba
que no aceptaria un no por
respuesta. A pesar de la breve

> vz . :
vacilacion de Aitana, su sonrisa
cordial no se desvanecio y abrié paso
a Lucia, quien cerr¢ la puerta detras
de si con un gesto protector,
siguiéndola al interior de la
habitacion. The content is on
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