Cariño eres multimillonario

Capitulo 93: {Con El es suficiente!

Valentina eché un vistazo a la llama sobre la joya, asegurandose de que era
igual a la que

siempre dibujaba.

-Ya la has visto, la llama.

Recordando como Alonso la ayudé en la final del concurso de joyeria aquel dia,
Valentina adn sentia gratitud.

Pero claramente, esa no era la respuesta que Alonso esperaba.

Alonso se levanté y se acercé a Valentina.

-Sé que es una llama, pero ¢como se te ocurrié marcarla asi?

Valentina comprendié lo que queria decir.

¢ Como habia hecho esa marca?

Valentina penso y repenso, y luego respondio:

-iQuizés es una costumbre desde pequefia!

En su memoria, su madre también solia marcar de manera discreta algo que
habia hecho.

Valentina observo la seriedad en el rostro de Alonso y se sorprendio6 de su
reaccion.

-¢No es algo normal?

¢ Normal?

Alonso la mirg.

La familia Valenzuela, conocida por su tradicién joyera, donde casi todos se
dedicaban a la creacién manual, tenia la costumbre de marcar discretamente
cada pieza al terminarla.

Y la accion de Valentina...

Mientras Alonso reflexionaba, de repente son el timbre de su movil.

Al ver quién llamaba, Alonso contest6 inmediatamente.

Valentina no pudo oir lo que decian, pero vio una expresion de urgencia cruzar
por el rostro de Alonso.

Tras colgar, Alonso mir6 a Valentina con disculpa:

IS BONOS

-Lo siento, tengo que irme ahora mismo. Voy a mandar a dos artesanos de
Guadalajara para que vengan esta noche para no retrasar tu evento pasado
mafiana.

Sin esperar la respuesta de Valentina, Alonso se fue rapidamente, olvidando
incluso su abrigo,

Apenas Alonso sali6, Santiago aparecié en la puerta.

Con el rostro sombrio y un aire de disgusto en su interior.

Ella habia buscado ayuda y no fue a él primero!

Mirando el abrigo de Alonso tirado en el suelo, Santiago entrd, pisandolo sin
dudarlo y luego en un mensaje a Thiago:

-Avisale a los de Guadalajara que, cueste lo que cueste, no dejen que la gente
de Alonso suba al avién de Coralia.

¢Llamar a artesanos? No era necesario!

iCon el era suficiente!

Despues de enviar el mensaje. Santiago se sent en el lugar donde habia
estado Alonso.

Valentina estaba concentrada en su trabajo, hasta que otro equipo de pulido hizo
un ruido y levanto la vista, viendo a Santiago, quedandose helada al instante.
-¢Que? ¢ Mi rostro te parece bonito? -Santiago no levanto la vista, pero sintio la
mirada de Valentina

Hablo con un tono hostil, cargado de resentimiento.

Valentina pens6 para si misma: «¢ Por qué esta aqui él?»

Pero ese rostro...

-Si, es guapo! -murmuro Valentina en voz baja.

Su voz era suave, pero Santiago la escuchd.

Queria preguntar si era mas guapo que Alonso, pero record6 que en ese
momento él era su « esposo, y no debia conocer a ningtin sefior Alonso
Valenzuela, asi que se contuvo.

Sin embargo, el malestar que sentia en su corazén se disipé un poco en ese
instante.

Giselle habia ido al hospital a vendarse y cuando regreso a la fabrica ya era
pasada la

medianoche.

+15 BONOS

Al entrar, vio a la jefa Valentina y a otro hombre que, con su apariencia, podria
pasar por una

estrella de cine.

El guapo hombre miraba de vez en cuando a la Jefa, absorta en su trabajo, con
una mirada llena de carifio y dulzura.

Giselle, discretamente, se mantuvo ocupada sin querer molestar.
Finalmente, lleg6 la madrugada del dia acordado y todas las joyas estaban
terminadas.

Aln no amanecia cuando Giselle, aprovechando que el guapo hombre habia
salido un momento,

pregunté con valentia a Valentina:

-Jefa, ¢quién es él?

-Mi esposo -bostezd Valentina.

Habia dormido muy poco esos dias y, vencida por el suefio, se quedé dormida
apoyada en la

ILE]

mesa.

Giselle estaba impresionada por la pareja que formaban su jefa y su esposo,
cuando de repente

Santiago regreso.

Se acerco a Valentina y la levanté en brazos.

Lo hizo con cuidado, sin despertarla. Antes de salir, le dijo a Giselle:

-Lleva estas cosas y sigueme.

Su actitud era la de alguien acostumbrado al mando..

Giselle lo sigui6 inmediatamente.

Abajo, Thiago los esperaba en el auto.

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Giselle no conocia de autos, pero al
subir, la opulencia del interior y sus
adornos le hicieron The content is on
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pensar que era muy valioso.

En el asiento trasero, Valentina descansaba profundamente en los brazos de
Santiago.

El auto se dirigié directamente al Grand Hotel de Coralia.

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Al saber que el sefior Mendoza iba a
pasar la noche en la suite

presidencial del hotel, el gerente llegd
especialmente desde su casa para
recibirlos, acompafiado de un grupo

de empleados. The content is on
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En cuanto el auto se detuvo, el gerente se acercé y abri6 personalmente la
puerta.

Giselle estaba impresionada por la pompa.

+15 BONOS

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Vio al esposo de su jefa llevar a la
dormida Valentina a través de las
puertas del hotel, seguido. por el
personal. The content is on
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Giselle se sentia mareada: «El esposo de mi jefa... ¢quién es realmente?»