Capitulo 1956
Al reflexionar en ello, de repente avanzé y abri6 de golpe la puerta de la
habitacién de Alicia.
“Alicia.
Mireia tenia que admitir que habia cierta intencién detrés de su acto, incluso en
ese instante, su corazén estaba emocionado con un toque de malicia...
Pero al abrir la puerta y entrar, descubrié que la habitacién estaba
impecablemente limpia, sin nadie en
su interior.
En la cama, perfectamente tendida sin una sola arruga, descansaban dos
mufiecos de peluche.
Al lado estaba su tocador y, en el otro extremo, su escritorio con varios objetos
pequefios y algunos libros, todo ordenado y pulcro.
Octavio noté que habia algunos objetos en la habitacién que eran iguales a los
que ella habia llevado antes a su habitacion.
El estado actual del cuarto era suficiente para demostrar que hasta ese dia
nadie habia entrado alli
“Comer es tan persuasivo como un hechizo...”
Se escuch6 una voz familiar en el pasillo.
Las palabras venian cargadas de una clara impaciencia y un irritante enojo.
Sin embargo, la voz se detuvo abruptamente.
Octavio, al escuchar la voz, se gir6 lentamente.
Alicia, atonita, lo miraba fijamente.
Sus ojos, de una belleza extrema, estaban llenos de sorpresa mientras lo
observaban, con un aire de incredulidad.
“¢ Octavio?”
Efectivamente, al hablar, su voz sonaba como si estuviera en un suefio.
Octavio levanté la mirada con indiferencia, su expresién apenas cambio y sus
ojos se deslizaron por detras de ella, observando claramente la disposicion de
su habitacién, con una estanteria pegada a la
pared.
Arqued una ceja, y la sombra en sus ojos se disipé un poco.
“Como era de esperar de la sefiorita de la familia Valdivia, hasta para comer hay
que rogar e insistir por su presencia.”
Su voz familiar resonaba con la frialdad acostumbrada.
Alicia, recuperandose de su asombro y con una felicidad que no podia ocultar,
corrié hacia él y lo abrazé por la cintura.
Octavio, tomado por sorpresa, se tambale6 ligeramente por el impacto.
*¢,Como llegaste hasta aqui?”
El aroma distintivo de Alicia llen6 instantaneamente sus fosas nasales.
16:121
Capitulo 1956
Su cuerpo suave se pego carifiosamente contra él, siendo este el segundo
contacto intimo entre los dos.
Parecia que después de ese primer encuentro, los siguientes se volvian mas
faciles y naturales.
Aln recordaba claramente aquella vez que ella irrumpié en la familia Benito,
insistiendo en tratar sus heridas con autoridad.
Mireia, a su lado, inmediatamente fruncio el cefio.
“Alicia, ¢no te da averglienza?”
Octavio apenas habia extendido la mano para apartarla por los hombros.
Y Alicia, atin en sus brazos, gir la cabeza hacia Mireia y le respondié con una
pregunta, “¢ Qué haces en mi habitacién?”
Mireia se sonrojo y evité su mirada.
“Subi a llamarte para comer, toqué la puerta un par de veces y no respondias...”
Los ojos de Alicia parpadearon mientras miraba a Mireia y solt6 una risa gélida,
sin darse cuenta de que Octavio acababa de tocar su hombro.
Maximiliano, al oir el alboroto, sali6 del estudio.
“Maxi...”
Octavio alzé la mirada hacia €l, capturando el instante en que los ojos de
Maximiliano se
ensombrecieron al ver a Alicia abrazandolo.
Alicia también escuch6 el sonido y miré hacia Maximiliano, su cuerpo se
enderezo inconscientemente.
Pero de repente, una mano cay6 sobre su hombro, pesada como si llevara una
bolsa de arena, presionandola con fuerza por un instante y atrayéndola de nuevo
hacia el pecho del hombre.
Octavio observé cémo la mirada de Maximiliano se desviaba.
Esa presion que la empujé hacia él parecia una ilusién de Alicia, al segundo
siguiente, ella fue arrastrada hacia un lado por Octavio.
Pero solo la movié a su lado
El gesto no fu precisamente gentil, pero tampoco fue completamente indiferente.
Octavio mantuvo su mirada en Maximiliano unos segundos més, antes de
volverla lentamente hacial
Alicia a su lado.
Levanto ligeramente la barbilla, sus ojos estrechos mostraban su habitual
indiferencia, y sus labios. delgados apenas se movian al hablar.
“Entonces, ¢ cuando planeas cenar?”
La voz siempre parecia indiferente, pero Alicia pudo captar un tono inusualmente
tierno en ella.
Ya habia olvidado que tenia una cuenta pendiente con Mireia, y exclamé: “No lo
sé, hay una pregunta que simplemente no puedo resolver, me esta volviendo
loca...”
Quizas Alicia realmente estaba preocupada por ese problema, su tono revelaba
un ligero enojo. Una pequefia arruga se formé entre sus cejas delicadas y
palidas, y esos sutiles cambios en su expresion dejaban al descubierto su
estado de animo en ese momento.
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Lisandro tenia razon.
Ella nunca habia estado en un ambiente tan caético, era despreocupada y tan
inocente que nunca supo como ocultar las expresiones de su rostro.
Era demasiado facil de entender.
“Vamos a comer primero.”
Dijo Alicia, respirando profundamente. Su pequefia y encantadora nariz se
arrugé ligeramente, “Sino resuelvo esto, definitivamente tendré indigestion si
como...”
Su voz se fue apagando hasta que de repente levanté la cabeza, sus ojos
parecian absorber toda la luz de la habitacion.
“¢Me ayudas después de comer?”
Octavio no dijo nada y se adelanté con sus largas zancadas.
Alicia réapidamente lo sigui6, “Eso significa que vas a ayudarme con la pregunta,
verdad?”
Octavio la miré de reojo, “¢No tienes a alguien més que te ensefiie?”
“No me importa. De todos modos, no puedes irte después de comer.”
Octavio ya no volvié a hablar.
Alicia estaba feliz.
Los cuatro bajaron las escaleras, y la alegria de Alicia no pasé desapercibida
para Lisandro, quien negé
con la cabeza.
En efecto, una cosa atrala a otra.
Pero esto dependia de la situacion.
En la mesa, Mireia y Maximiliano casi no hablaron durante toda la comida. Solo
ocasionalmente Lisandro le hacia algunas preguntas a Maximiliano, quien
respondia con cortesfa.
525332&29
Comer sin hablar, aguel viejo decoro y las reglas estrictas que se segufan en el
pasado, incluso en los hogares con buena educacion, ya no se mantenian tan
rigidamente.
Se trataba mas de encontrar un equilibrio.
Pero Mireia, sin importar las circunstancias, seguia al pie de la letra esas rigidas
reglas.
La llamada dama de alta sociedad, la sefiorita de la familia Valdivia, mostraba
una impecable etiqueta en la mesa.
Y més ain frente a Octavio, donde trataba de mostrarse atin mas impecable.
Pero Alicia era diferente.
La sefiorita de la familia Valdivia, nacida y criada en esta familia, reconocida por
toda la Ciudad P como la pequefia princesa de la familia Valdivia, se sent6 frente
a Octavio y no dejaba de servirle comida.
Alicia rara vez mostraba tal entusiasmo.
Y Octavio, con su habitual Indiferencia, era la tltima persona que podia soportar
tanta efusividad.
“Ya es suficiente.”
Viendo el montén de comida que se amontonaba en su plato, Octavio finalmente
hablo
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Alicia no tenia mucho apetito, con tantos platos en la mesa, apenas probaba un
bocado de cada uno, y eso era todo.
Al final, era ella quien comia un poco y le servia el doble a Octavio, para luego
mirarlo comer con satisfaccion.
Mireia estaba sentada enfrente, observando a Alicia con una sensacion fria.
Cuando finalmente escuché a Octavio detenerla con su voz gélida, un destello
de burla cruzé sus ojos.
A veces la gente tendia a abusar cuando se depositaba demasiada confianza en
ellos.
Personas como Alicia, especialmente.
Dale un poco de atencion y ella se subiria por las nubes.
¢Cémo podria alguien como ella ganarse la simpatia de los demas?
A Alicia no parecié importarle la frialdad de Octavio, con el codo apoyado en la
mesa y el rostro sostenido por la mano, miraba a Octavio con una sonrisa,
usando sus cubiertos para comer.
N
“No has comido mucho. Soy la anfitriona de este lugar, por lo que puedo dejar
comida en mi plato, pero ti no. A menos que admitas que también eres parte de
la familia Valdivia, entonces esta bien si dejas comida en el plato.”
Octavio fruncié el cefio, mirando la comida en su plato, y volvié a tomar los
cubiertos.
Alicia lo observé llevarse un bocado a la boca y su semblante no cambié en
absoluto. Con un aire natural de nobleza y elegante frialdad, comiendo con
calmay gracia.
Si Alicia le gustaba alguien, ¢cémo podria ser una persona menos
extraordinaria?
Observando su comportamiento, Alicia fruncié el cefio, al principio parecia algo
decepcionada, pero no era dificil notar en su mirada el orgullo.
No era que no conociera a Octavio, ¢coémo iba a admitir que él era un miembro
de la familia Valdiva?
Solo queria que comiera un poco mas, eso era todo.
Lisandro podia notarlo.
Octavio también era consciente de ello.
Después de todo, Maximiliano era un invitado de Alicia, y ahora que Octavio se
habia comportado y comido de maner obediente como ella queria, ella posé su
mirada hacia Maximiliano.
Después de todo, él era también un joven de una familia distinguida, asi que su
comportamiento no
necesitaba ser cuestionado.
“Gracias por ayudarme con las lecciones durante estos dias, le agradecio.
Aunque todos los de su edad en la Ciudad P temian un poco a esta princesa
mimada de la familia Valdiva, cualquiera que se le acercara y la conociera un
poco, sabia que no era tan dificil de tratar como decian los demas.
De hecho, habia muchas opiniones sobre ella, pero si se trataba de personas
que verdaderamente la detestaban, Maximiliano pensaba que no habia muchas.
Ella siempre estaba acostumbrada a estar sola, pero si ella estuviera dispuesta,
probablemente muchas personas estarian dispuestas a acercarse a ella.
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10 1956
Ya fuera por la familia Valdiva o por ella misma.
Pero con su personalidad, el suponia que simplemente no queria Interactuar con
la gente.
Ella era realmente de esas personas que no se podian comprar con dinero.
Nunca le gustaba ser hipécrita 0 comportarse de manera distinta a su esencia.
Maximiliano la miré con una ligera sonrisa en los labios, y esos ojos brillantes
también tenian un brillo hermoso.
El sonrié y
y nego con la cabeza, “Me alegra poder ayudarte, espero que puedas dar lo
mejor de ti mismo pasado mafiana y obtener un resultado con el que estés
satisfecha. No es tarde para que me lo agradezcas luego.”
Alicia alz6 una ceja, apoy6 su mejilla con la mano, y con buen humor se llevé un
bocado a la boca.
“Es verdad, parece que pasado mafiana tendré que hacer un esfuerzo extra, de
lo contrario, realmente me sentiria mal por el tiempo y la energia que has
invertido en mi durante estos dias.”
A su lado, Octavio, que habia estado comiendo despacio, tensé la mandibula
discretamente, sin que nadie notara el stibito cambio sombrio en su expresion.
“No tienes que ponerte tanta presion sobre ti, eres inteligente y confio en que
lograras buenos. resultados.”
Alicia simplemente sonrié de nuevo, sin expresarse de nuevo, y posé su mirada
hacia Octavio.
El plato ya estaba casi vacio, solo quedaban unas cuantas varitas de apio verde.
La presion arterial de Lisandro estaba un poco alta, asi que siempre se cuidaba
con la comida en la
cocina.
Casi en cada comida habia algtin plato con apio, ya fuera principal o secundario.
“¢ Eres quisquilloso con la comida? ¢Realmente no comes apio?”
Alicia parecia haber descubierto algo interesante, como si hubiera encontrado un
punto débil en él, sorprendida y con una sonrisa.
Pensandolo bien, parecia que nunca habia visto apio en los platos cuando comia
con la familia Benito.
Octavio la ignoré y siguié comiendo lo que quedaba en su plato aparte del apio.
De repente, un par de cubiertos aparecié frente a su plato.
Octavio se detuvo.
Miré como los cubiertos cogian el apio de su plato.
Sigui6 con la mirada mientras ella llevaba el apio lentamente a su boca.
Después de masticarlo un par de veces, se lo tragé.
“¢ Hay algo més que no te guste comer?” Alicia pregunté con interés.
Octavio la observé mientras sus labios rojos se movian al hablar y podia
observar claramente su
sonrisa.
¢Podria ser esa una accion que cualquiera pudiera hacer?
Octavio no respondié y Alicia recorrié con la mirada la mesa, deteniéndose en el
plato de Mireia que no
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Spitulo 1956
habia tocado, el abulén con pepino de mar.
Mireia capté sus intenciones al instante.
Justo cuando sus cubiertos estaban a punto de alcanzar el plato, dijo con
frialdad: “A él no le gusta el
marisco.”
Alicia se detuvo en su movimiento.
Eché un vistazo a la cara altiva y fria de Mireia y aun asf, cogi6é un pedazo de
pepino de mar y lo puso en el plato de Octavio.
Octavio lo mir6 friamente.
Alicia lo miraba con una sonrisa, como antes, “¢Por qué no estas comiendo?”
Todos sentian un aire frio a pesar de las sonrisas de cortesia.
“Alicia,ya es suficiente.”
Lisandro finalmente habl6, rompiendo la tension que se habia formado de
repente
“¢ Qué hice? Unas anchoas de primer nivel, ¢acaso pretendo que él se sienta
menospreciado?”
Mireia, que ya no podia seguir soportandolo, dejé los cubiertos sobre la mesa
con fuerza y dijo: “Alicia, hay momentos y lugares para tus juegos, realmente
crees que esto es divertido?”
Alicia observo a Mireia con una mirada gélida y luego se giré hacia uno de los
sirvientes, diciendo com desdén: “Parece que la Srta. Mireia ya se ha saciado,
retira su plato y cubiertos,”
El semblante ya sombrio de Mireia se oscureci6 ain mas..
El sirviente se quedé inmévil, sin atreverse a actuar.
Era evidente que Alicia le estaba mostrando a Mireia su lugar.
Retirar el plato de alguien en medio de la cena era una clara sefial de que esa
persona no era bienvenidal
en la mesa.
“¢ Tienes problemas de audicién o es que no entendiste lo que dije?” Alicia
pregunté con severidad.
El sirviente se acerco rapidamente al lado de Mireia.
“iEsa frase deberias decirtela a ti misma!”
Mireia respondié con una voz un tanto fria, “.En qué te he ofendido al decir que
no le gusta el marisco? Utilizar métodos tan infantiles para desahogarte, ¢ estas
presumiendo de tu habilidad o de lo aburrida que estas?”
Alicia, imperturbable, tomé un tallo de apio del plato de Octavio y lo mastico
lentamente antes de responder con calma: “Hay momentos y lugares para
montar un escandalo, y esa es una leccién que deberias recordar. Td, Mireia,
siempre te has enorgullecido de tu nobleza, manteniendo siempre la postura de
una dama de alta sociedad. En la familia Valdiva no nos obsesionamos con las
formalidades en la mesa, pero tampoco permitimos que alguien tire los cubiertos
y ponga malas caras. ¢A quién pretendes impresionar con eso?”
Al terminar de hablar, Alicia mir al sirviente, quien rapidamente se acercé a ella
y retir6 su plato con
una expresion avergonzada.
Luego, Alicia se volvié hacia Octavio y le pregunto: “,No vas a comer?”
Capitulo 1956
Octavio la miré con indiferencia y dijo friamente: “No como mariscos.”
Todos los presentes contuvieron la respiracion.
Era una admisién que validaba las palabras de Mireia.
¢Por qué habia cambiado Alicia su actitud repentinamente? ¢Acaso Mirela se
estaba jactando de conocer bien a Octavio después de tantos afios de amistad?
Si Octavio no hubiera hablado, o no hubiera admitido, tal vez el asunto habria
pasado desapercibido.
Pero ahora...
Sin embargo, Alicia simplemente sonri6 con ironia, cogié el marisco del plato de
Octavio con los cubiertos y se lo comi6.
“Lo entendido®, dijo simplemente.
Todos dijeron al mismo tiempo: “¢ Eso es todo?”
Pero casi al mismo tiempo, también entendieron que Alicia simplemente no
queria escuchar a Mireial hablar sobre cuanto tiempo llevaba conociendo
Octavio, ni de su relacion.
Lisandro suspir6 aliviado y le dijo al sirviente de manera ligera: “Trae otro juego
limpio de plato y cubiertos.”
Era obvio para quién era.
“iNo es necesario!” Mireia exclamé friamente, y de repente se levantd, “Ya he
terminado.”
Nadie se habria quedado después de tal humillacion.
Lisandro no dijo mucho mas.
Pero su semblante nunca volvié a ser el mismo.
Desde que Mireia trajo a Octavio a la mansion ese dia, su descontento con ella
habia incrementado. Ahora, después de este episodio en la mesa, era dificil
mantener un buen animo hacia ella.
Siempre la habia tratado igual que a Alicia, sin esperar gratitud o reconocimiento,
pero ni siquiera podia obtener un poco de consideracién de su parte.
Alicia siempre habia sido una hija que lo hacia feliz y mostraba afecto, y él sentia
que era natural y estaba dispuesto a ser bueno con ella.
Por igual esfuerzo, la diferencia en la respuesta de estas dos personas era
evidente para todos.
Ademas, para no crear resentimiento en Mireia, habia criticado a Alicia en mas
de una ocasion.
Al final, no consigui6 el afecto de Mireia,
000 0 00 0oon
De cualquier manera que lo mirara, parecia que él siempre habia estado dando
mucho més, y aun asi, sin ganarse el favor de nadie.
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Aunque era de esperarse, si Mireia
fuera mas consideraday
comprensiva, no deberia haberse
marchado con una actitud tan
despectiva como esa, especialmente
cuando aun habia invitados en la
2 ’ 5
casa. El le habia dado la oportunidad
de retirarse con dignidad, pero ella
eligi¢ irse de forma abrupta. The
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Al darse la vuelta, la silla raspé contra el piso, emitiendo un sonido
desagradable.
Alicia mostré un atisbo de frialdad en su mirada.
7/10
Capitulo 1956
Sin embargo, la mirada con la que Lisandro le mir6 la hizo contener la ira que
estaba a punto de estallar
de su interior.
La salida de Mireia, después de todo, habia tenido su efecto.
Poco después, uno tras otro, los comensales comenzaron a dejar sus platos y
cubiertos.
Lo sucedido ya habia pasado, y el ambiente se habia vuelto inevitablemente
incémoda.
En el estudio, Alicia coloc6 directamente el problema matematico frente a
Octavio.
“Es este problema. Y tengo la sensacion de que va a salir en el examen pasado
mafiana“.
Octavio no dijo nada, simplemente agarré un boligrafo y comenzé a escribir los
pasos de la solucién en un papel en blanco, con un detalle meticuloso y dejando
escapar de vez en cuando alguna palabra fria.
Alicia asentia repetidamente.
Maximiliano también observaba, dandose cuenta de que la explicacion de
Octavio era mucho més facil de entender que la que él habia dicho.
No pudo evitar mirar fijamente a Octavio.
Solo tenia tres afios mas que él, pero la presencia madura y distante que
emanaba, aunque un poco. contenida y suave, era evidente.
Vestido con una simple camisa y pantalones casuales, su concentracion fria y su
actitud despreocupada le daban un aire de distincion y desapego natural.
De hecho, se sentia inferior.
Tal hombre, seguramente era el tipo que mas gustaba a las mujeres.
Viendo sus manos definidas sosteniendo el boligrafo y moviéndose con facilidad
sobre el papel...
En realidad, la rivalidad entre hombres se reducia a esto, con un detalle tan
preciso que no estabas dispuesto a pasar por alto.
Maximiliano sentia en su interior una mezcla de inferioridad y arrepentimiento.
Mirando a Alicia, su rostro brillaba bajo la luz, resaltando atin més su belleza
fresca y atractiva.
Quizas también por estar al lado de Octavio, el brillo de sus ojos y su expresién
era algo que Maximiliano nunca habia llegado a ver.
Pensaba que, después de estos dias, seria uno de los pocos que realmente la
conocia,
Pero ahora vela que estaba muy equivocado.
Quizas, en el futuro, habria mucho més por ver, desde la inocencia de una chica
hasta la timidez y la confusién de una joven, e incluso el encanto y la elegancia
de una mujer...
Tenia miedo de que ya no tendria la oportunidad de verlo de nuevo.
8532
Un joven en la flor de la vida siempre tenia bellas imaginaciones y esperanzas.
La atencion de Alicia estaba casi completamente centrada en Octavio, sin darse
cuenta de la mirada que Maximiliano fijaba en ella.
Pero desde siempre, para Octavio, la presencia de Maximiliano era algo molesto
que no podia ignorar.
8/10
Capitulo 1955
En la pantalla oscura de la computadora junto al escritorio, veia claramente la
mirada de Maximiliano.
La Ultima linea trazada en el papel dejé una marca profunda.
“¢ Lo entendiste?”
Octavio dejo de escribir y alzé la mirada hacia Alicia.
Ella asinti6 con la cabeza, expresando un simple:
esi
La reflexion de Maximiliano fue interrumpida, y retiré su mirada, girando sus
ojos, solo para encontrarse Inesperadamente con los ojos frios de Octavio.
Tomado por sorpresa, una ola de incomodidad le cruzé el rostro.
Octavio se puso de pie y su estatura alta se destaco al instante..
“Si no necesitas nada mas, me voy“.
Alicia puchere6, claramente no queria que se fuera.
Pero parecia que no era el mejor momento para pedirle a alguien que se
quedara.
Octavio roded el escritorio, pero luego se volvié hacia Maximiliano.
“¢ Asi que planeas quedarte a dormir aqui esta noche?”
Maximiliano eché un vistazo al reloj y comenzé a guardar sus libros en la
mochila. “También estoy pensando en irme*.
Octavio no se movi6, manteniendo la misma postura mientras observaba cémo
Maximiliano guardaba todos sus libros y cerraba la cremallera de su mochila.
“Alicia, deberias irte a descansar temprano®.
Alicia asinti6 con la cabeza, “Estos dias han sido realmente una molestia para
ti... Ah, olvidaste guardar tu boligrafo...
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Tomo un boligrafo negro que estaba
entre las paginas de su libro de texto
y se lo entreg6 a Maximiliano. El
pretendia cogerlo, pero la pesada
mochila de un estudiante de
secundaria realmente no era muy
practica de manejar. The content is
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“No te preocupes, puedes quedartelo.”
Alicia podia percibir su incomodidad y, después de todo, en sus ojos era solo
una pluma, no valia mucho dinero. Sin decir mas, la dej6 en la mesa.
Los parpados de Octavio se cerraron ligeramente.
Maximiliano, cargando su mochila, pasé caminando a su lado. Cuando lo
sobrepasé y se puso adelante, Octavio se gir6 y lo sigui6 hacia la salida.
Alicia lo sigui6 naturalmente.
“A partir de mafiana ya no le impartirds mas clases de apoyo a Mireia, ¢ verdad?”
“Bueno.”
“¢Y durante las vacaciones? ¢Cuanto tiempo planeas usar para ayudarla a
conectar los cursos de segundo y tercer afio de preparatoria?”
Capitulo 1956
La voz de Octavio era mondtona: “Tu usaste un periodo de vacaciones.”
“¢Y qué? Si yo usé un periodo de vacaciones, esa es mi habilidad!”
Los finos labios de Octavio esbozaron una leve sonrisa, mientras decia:
“Entonces, ¢estas diciendo que ella es mas inteligente que t(?"
“¢ Ella?” Alicia solt6 una risa fria, “¢ Crees que alguien inteligente montaria un
espectaculo como el de esta noche?”
La frente de Octavio se puso tensa, “¢No crees que lo que hiciste fue
demasiado?”
Alicia se detuvo lentamente, los dos se pararon en la entrada de la escalera.
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ss . “ :
Me he excedido?”, sus labios se
«
curvaron lentamente “Hablando de
eso, tengo curiosidad, a pesar de
todas mis suplicas, nunca quisiste
venir a mi casa, hoy... ;realmente
viniste solo para impartirle clases a
” :
ella?” The content is on
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