Capitulo 103
Fernando sali6 de este estudio justo al lado de la sala de estar y hablé con una
voz profunda y magnética antes de que el Sr. Cornwall pudiera responderle:
“Hola, Sra. Bracamonte”.
En el momento en que Sabrina escuché la voz de Fernando, su corazén
inexplicablemente dio un vuelco y rapidamente se dio la vuelta. Fernando
normalmente vestia ropa de aspecto profesional, pero ahora vestia una bata
negra holgada.
El cuello de la tunica estaba ligeramente abierto y su pecho musculoso y sus
claviculas bien definidas eran visibles.
Ademas, su pelo corto y negro estaba ligeramente despeinado, ya que caia
sobre su frente de forma natural.
Como Fernando no desprendia su habitual aura fria, parecia inexplicablemente
atractivo.
Sabrina instintivamente desvio la mirada y dejo de mirar su cuerpo. Ella fruncié
los labios y dijo: “Sr. Santander, estamos aqui para la prueba de paternidad
como pediste. ¢Podemos hacerlo rapido? Es un dia ajetreado para nosotros.
Ademas, mi prima no se siente bien con esto”.
Fernando la miro mientras contemplaba. No parecia tener prisa por hacerse la
prueba de ADN. En cambio, se sent6 languidamente en el sofa. Sr. Cornwall
inmediatamente sirvi6 a Fernando un vaso de agua tibia con reverencia.
“¢ Tu primo no vino contigo?” pregunté Fernando con voz profunda mientras la
miraba depredador como siempre.
“Estan en el extranjero, asi que mi tia cuida a los nifios”, dijo Sabrina con calma
mientras hacia caso omiso del aura poderosa
de Fernando.
Elena inmediatamente intervino. “Uh huh. Mi hija trabaja en el extranjero”.
“Toma asiento”. Fernando levantd la mano y les hizo un gesto para que se
sentaran en el sofa para que pudieran tener una pequefia charla.
Sabrina no estaba de humor para ponerse comoda. Los nifios no podian
compararse con los adultos en términos de paciencia. Por ahora, se portaron
relativamente bien. Sin embargo, pueden encontrar las pelucas incémodas y
arrancarlas en cualquier momento.
Ella no queria que su estratagema fallara, asf que fue al grano y dijo: “Sr.
Santander, si quieres hacerte la prueba de paternidad, puedes hacerlo rapido?
Tengo un lugar a donde ir después de que hayas terminado.
Fernando pregunté tranquilamente: “¢ A donde tienes que ir?”
Sabrina se quedo sin palabras.
“Tienen que recibir sus vacunas MMR hoy".
Fernando no respondié cuando escuchd lo que dijo Sabrina. En cambio, miré
profundamente a los adorables nifios que se escondian detrés de Sabrina y
Elena. Uno de los nifios se parecia a él mientras que el otro se parecia a
Sabrina.
Realmente parecian su carne y sangre.
Cuanto més miraba Fernando a los nifios, més seguro estaba de ello. Sin
embargo, solo lo sabria con certeza después de la prueba de paternidad.
Si no eran sus hijos, €l no estaba en condiciones de quitarselos a la fuerza.
Después de observar a los nifios, Fernando desvio la mirada y mir al Sr.
Cornwall. “Toma las muestras”.
El Sr. Cornwall asinti6 antes de sacar un par de guantes quirtirgicas estériles de
su maletin y ponerselos.
Camino con cautela hacia Joaquin y Carmen y arrancé un solo mechén de
cabello de cada uno de sus pelucas con la ayuda de Sabrina antes de colocarlos
en una bolsa de plastico transparente.
“Sr. Santander, lo envtaré para que lo prueben ahora”. El Sr. Cornwall no se
atrevié a demorarse por temor a que, sin darse cuenta, pudiera escuchar mas de
lo que deberia de su conversacién.Books Chapters Are Daily Updated Join &
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Puede que solo termine causandole problemas, por lo que rapidamente tomo la
muestra y queria irse.
Fernando se sintié bien al respecto, asi que levanté la mano para saludar al
abogado y lo despidié.
El Sr. Cornwall parecié encantado al instante. Tomé su maletin y se hizo escaso.
Ahora que el Sr. Cornwall se habia ido, solo ellos tres permanecian en el lujoso
apartamento.
Sabrina sintié que era hora de que ella también se fuera, asi que dijo: “Sr.
Santander, ¢podemos irnos ahora?
“Preparé algunos bocadillos. Creo que les gustaréan a los nifios”. Fernando
parecia sentir instintivamente que eran su descendencia.
Sabrina se quedé en silencio.
Sorprendentemente, queria quedarselos,
“Antes de
que esté lista la prueba de paternidad, espero que podamos mantener la
distancia”. Sabrina rechazo la oferta sin dudarlo. “Sr. Santander, nos vamos para
nuestra vacunacion. Gracias por recibirnos.” En el momento en que Sabrina
termind su oracién, tomo las manos de Joaquin y Carmen y se giro para caminar
hacia la puerta con Elena.
Acella no le importaba lo que Fernando sintiera.
Los ojos de Fernando se oscurecieron cuando vio a Sabrina irse por detras.
Levanté la mano y chasqueé con fuerza. En el momento en que Sabrina abrié la
puerta, algunos guardaespaldas vestidos de negro se pararon en fila en la
entrada para detenerla como un muro humano.