Capitulo 144
“Mama...” Carmen se estird, envolvié sus brazos alrededor del cuello de Sabrina
y comenzé a gemir suavemente.
Pero la nifia no sabia hablar. Todo lo que salié de su boca fueron sonidos
confusos que no tenian sentido.
“¢ Qué pasa, Carmen? ;Extranaste a mami?” Sabrina no tenia idea de por qué
protestaba Carmen.
Ella simplemente besé suavemente la mejilla de su pequeria njiia. Sus ojos
brillaban con amor mientras miraba a su hija.
Carmen asinti6. Queria decirle a su madre que la extrafiaba pero que no era tan
inteligente como su hermano que ya habia aprendido a hablar.
Todo lo que sabia eran algunas palabras simples como “mama’ y “Elena’.
Mas alla de esas simples palabras, no sabia nada mas.
Queria hablar con su madre como lo estaba haciendo su hermano y animarla
después de un dia agotador pero no sabia
como.
Todo lo que podia hacer era balbucear sonidos confusos como una idiota.
La nifia no pudo evitar sentirse abrumada por la miseria repentina. ¢,Por qué era
tan estapida?
“Burno, mama ha vuelto ahora. Ya no tienes que extrafiarme mas, sonrié Sabrina
mientras miraba con carifio la carita adorable de su hija. EI pensamiento de que
su hija estaba molesta porque extrafiaba a su madre hizo que el corazén de
Sabrina se llenara de amor.
Llevé a Carmen al sofa. “Mami va a intentar llegar antes a casa para poder pasar
més tiempo contigo y Joaquin, ide
acuerdo?”
Las palabras de consuelo de Sabrina fueron como un balsamo calmante. La nifia
comenzé a calmarse. Después de un tiempo, ella asintié en silencio.
Sabrina tomé a sus dos hijos en brazos y comenzé a amamantar.
Elena se dirigi6 al trio mientras Sabrina alimentaba a sus hijos. “Les di leche de
formula dos veces hoy. Se lo bebieron sin hacer un escandalo. Puede comenzar
a destetarlos de la leche materna”.
Sabrina asintié. Tenia la intencion de hacerlo lo antes posible.
Su trabajo requeria que trabajara hasta tarde y entretuviera a los clientes de vez
en cuando. Eso significaba que no podria amamantar a sus hijos con la
regularidad que deseaba.
“Te traeré un poco de té de trigo sarraceno después de que los hayas destetado
de la leche materna. Ayudara -dijo Elena.
“Gracias, Elena.” Sabrina sinti6 que su corazon se hinchaba de gratitud. Su tia
habia hecho mucho por ella.
Si su madre hubiera estado presente, Elena no habria tenido que asumir la
carga de cuidar de Sabrina y sus hijos.
La pension que tenia le habria garantizado una comoda jubilacion.
Pero aqui estaba ella cuidando de Sabrina y los dos hijos de Sabrina.
Sabrina no pudo evitar que las olas de culpabilidad surgieran dentro de ella. Ella
juré que le devolveria a Elena lo que habia hecho después de hacerse un
nombre. Se aseguraria de que Elena viviera una vida comoda cuando fuera rica.
Amanecio al dia siguiente.
Sabrina se desperté cuando sono la alarma. Sus dos angeles preciosos todavia
estaban profundamente dormidos.
La joven se levantoé de la cama en silencio para lavarse. Luego, salié a
desayunar.
Elena puso el desayuno en la mesa. Se habia levantado temprano esa mariana
para comprar el desayuno. “Sabrina, ven a desayunar”.
“Elena, eso es mucha comida para el desayuno”. Sabrina se senté y tomo una
tostada y mantequilla.
Por lo general, se conformaban con unas rebanadas de pan tostado con
mantequilla para el desayuno.
Las ocasiones en las que comian gofres, huevos revueltos y tocino eran
escasas.
La joven se preguntd que ocasion era.Books Chapters Are Daily Updated Join &
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Elena tomé asiento en la mesa y le sonrié a su sobrina. “Has olvidado qué dia es
hoy?”
Sabrina se congelé momentaneamente. El trabajo y Fernando la tenian
agobiado Ultimamente. No tenia ni idea de qué dia era hoy. “; Qué dia es?”
“Es tu cumplearios, tonto!”
Ella se habia olvidado de eso. Sabrina se golped la frente ligeramente. “He
estado muy ocupado tltimamente. No puedo creer qué me olvidé de mi propio
cumplearios”.
—Vamos a comer fuera esta noche -sugiri6 Elena. “Compraré la cena”.
“No puedo hacer que pagues la cena”, espetdé Sabrina. No iba a permitir que su
tia usara su pension para pagar su cena de cumplearios. Compraré la cena. He
estado pensando en comprarle la cena a Cindy. Podriamos cenar juntos.
“No voy a dejar que pagues la cena”, agregd Sabrina. “Deberias quedarte con
ese dinero. Estoy trabajando ahora. Déjame pagar por las cosas.
Elena sabia que no iba a cambiar la opinién de Sabrina. Ella simplemente sonri6.
“Claro, eso suena como una gran idea. Sé cuanto te importa Cindy. Es una gran
amiga’.
“gi