Big Novel

Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

Capitulo 170

Sabrina se encontré empujada con fuerza dentro del Bentley negro de Fernando
por el mismo hombre. La joven alcanzé el mango al instante. Pero la puerta se
cerr6 con llave antes de que pudiera salir.

Sabrina tiré con fuerza de la manija de la puerta en vano. Finalmente, se dio la
vuelta y miré al hombre sentado a su lado. El indicio de impaciencia en su rostro
era tan claro como el dia. “Sr. Santander, ;qué crees que estas haciendo?

“Es hora de almorzar, ;no? Déjame invitarte a almorzar”, dijo Fernando antes de
chasquear los dedos a su conductor.

Al escuchar el fuerte crujido en el aire, el conductor encendié el motor. En
cuestion de segundos, el Bentley aceleraba por

las calles.

“Gracias por la oferta, Sr. Santander. Pero no creo que sea apropiado que
almorcemos solos”, dijo Sabrina. Habia renunciado a intentar salir del coche
ahora que el vehiculo se estaba moviendo.

La joven decidi6 abandonar cualquier intento de fuga. En lugar de eso, apret6 su
borrador contra su pecho con fiereza. La hostilidad en su voz era tan cruda como
el dia cuando hablé.

A cualquier otra persona que le hablara de esa manera a Fernando se le habria
dicho que se fuera de su vista. Pero Sabrina no era nadie.

Era una mujer que le habia llamado la atencién. Mientras ella tuviera su interés,
cualquier forma de resistencia que ella pusiera continuaria resbaldndose de él
como el agua de la espalda de un pato. A él no le importaban sus
demostraciones de agresion u hostilidad. Confiaba en su capacidad para hacer
que finalmente se rindiera ante él.

“Lola es un cliente importantisimo para el Grupo Santander. Tu eres la razén por
la que ella es nuestra cliente. No deberia recompensar a un empleado
competente por un trabajo bien hecho?” Fernando levanté una ceja
juguetonamente. “Milisegundo. Bracamonte, ¢ quieres avergonzarme? ;El
consejero delegado del Grupo Santander y tu jefe?

La voz de Fernando sonaba ronca y profunda cuando hablé. Era similar a la
cancion tocada por un bajo. Notas bajas y melodiosas llenaron el pequefio
interior del Bentley.

Sabrina no pudo evitar que su corazoén diera un vuelco.

Si Fernando no fuera un matén que siempre quiso salirse con la suya, seria
perfecto. Era guapo. Tenia influencia y riqueza Hizo ejercicio y se noté. También
tenia una gran voz para arrancar.

Sin embargo, no importaba lo cerca que estuviera el hombre de la perfeccion,
ella tenia que mantenerse alejada de él.

Era el padre de Joaquin y Carmen.

Si solo necesitara una razén para mantener su distancia de él, eso seria
suficiente.

“Gracias por la amable oferta, Sr. Santander”, dijo Sabrina mientras se sacudia
el aturdimiento momentaneo en el que habia caido después de escuchar la
fascinante voz de Fernando. “Tengo una cita para almorzar. Ademas, solo estaba
haciendo mi trabajo. No tienes que comprarme el almuerzo.

Fernando le dio a Sabrina una buena mirada dura. Sus ojos brillaron
peligrosamente mientras la miraba. Mientras algo ondulaba en sus ojos oscuros,
el joven se inclind y susurré. “Deja de hacerte el tonto. Tu sabes lo que quiero.”
No habia forma de que ella no lo supiera.

Ella todavia estaba luchando contra él.

“Sr. Santander, lo he dejado muy claro en muchas ocasiones”, dijo Sabrina
mientras le daba la espalda a Fernando e intentaba apartarse. Su aliento era
mordaz.

Sin embargo, sus intentos fueron intitiles. Simplemente provocaron que el
hombre se inclinara mas hacia adelante.

Sabrina olia dulce y fresca. como la leche No podia tener suficiente de eso.

Los ojos de Fernando se oscurecieron. Estaba consumido por su deseo por la
mujer que tenia delante. Su deseo y su necesidad de poseer a la mujer llenaban
cada rincén de su mente. Era la voz del diablo susurrando en su oido.

Lo asaltd el stibito impulso de besar a la mujer que no dejaba de resistirse a sus
avances. Era un impulso que se hizo mas intenso en el silencio sepulcral del
coche. Como anzuelos afilados, se hundié profundamente en la parte mas
primaria de su cerebro. Fernando se sentia calido y tenso. Finalmente, no pudo
soportarlo més. El joven bajo la pantalla.

Tan pronto como la pantalla negra se apagé, dividiendo el auto en dos mitades
nuevamente, Fernando se adelant6 y agarré

la barbilla de Sabrina.Books Chapters Are Daily Updated Join & Stay Updated for
All Books Updates...

Tiro de ella hacia el, luego se inclino y presioné un fuerte beso en los labios
suaves y brillantes de la joven.

Era un joven de 28 afios. Los hombres de su edad tenian impulsos que
necesitaban satisfacer. Ademas, habia estado. practicando la abstinencia y
manteniéndose alejado de las mujeres todo este tiempo.

Esa Unica vez que tuvo sexo con Sabrina habia sido la tinica excepcion. Nunca
se habia acostado con otra mujer.

El beso contundente y apasionado no dejé a Sabrina espacio para respirar.
Sinti6 que su cabeza se mareaba y su cuerpo se quedaba inmovil.

Su boca se llené con el embriagador olor fuerte del humo del cigarrillo y el sabor
de Fernando. Ella traté desesperadamente de huir del beso solo para que su
lengua la persiguiera implacablemente y la dejara acorralada. En medio de su
beso apasionado, los dedos de Fernando se clavaron con fuerza en la cintura de
Sabrina. Su aliento era caliente en su piel. “Se mi amante. Seré bueno contigo.
Pero él no la amaria. Eso fue simplemente una excusa. Uno que los hombres se
inclinaban a dar cuando te querian. Sabrina lo sabia.

Por eso no se dejo engafiar por la mentira.

Advertisement