Capitulo 206
Dan llamé con respecto a las noticias reportadas esta mariana sobre Lola Mars y
Sabrina. Estaba preocupado ya que él fue quien movi6 los hilos entre Sabrina y
Fernando.
“¢ Has resuelto el incidente de esta mafiana?” Dan se sent en su oficina, sus
dedos tamborileando suavemente sobre la mesa mientras hablaba.
“No exactamente. He enviado a algunas personas para investigar sobre el
asunto. Fernando sacé un cigarrillo de la pitillera de la mesa auxiliar y se lo
metié en la boca. Encendié el cigarrillo y dio una calada. Dijo sin prisas: “Este no
es un gran problema. No tienes que preocuparte por eso
“Déjame saber si necesitas ayuda.” Dan sinti6 que tenia cierta responsabilidad
ya que fue él quien recomend6 a Sabrina a Fernando. Pero al final, esto sucedié.
Si no se manejaba adecuadamente, JK podria cerrar facilmente. No era un
asunto menor, por lo que Dan tuvo que acercarse para preguntar.
“¢,Sientes que ni siquiera puedo manejar un asunto menor como este y todavia
necesito tu ayuda? Seguramente, puedo hacerlo mejor que eso, ino crees?
Fernando se ri6 y no parecio muy molesto por eso. “No te preocupes. Estara
bien.”
“De acuerdo.” Por supuesto, sabia que su buen amigo podia hacer que las cosas
funcionaran, pero eran buenos amigos, asi que queria ayudar si podia.
“Si no hay nada mas, voy a colgar yah?” Fernando dio otra calada al cigarrillo.
“De acuerdo, adios”
Después de que termind la llamada. Fernando camino hacia la mesa auxiliar y
golped el cigarrillo en su mano contra el costado del cenicero. Mir6 a Sabrina,
que estaba sentada en silencio en el sofa. Esta mujer podia comportarse como
un gatito obediente cuando estaba tranquila. Pero claro, también podia
convertirse en una gata feroz cuando se rebelaba.
Fernando apart6 la mirada tranquilamente. Ramiro llamé a la puerta y entré con
una bolsa de papel. Llamé a la boutique de lujo mas cercana y les pidi6 que le
entregaran un vestido en 5 minutos. De hecho, la boutique de alta gama tuvo el
servicio al cliente mas eficiente y entregd dentro del tiempo estipulado.
Ramiro trajo el vestido una vez entregado. Era un elegante traje de una sola
pieza con dobladillo con volantes. “Sr. Santander, el vestido de la sefiora
Bracamonte esta aqui” Kamiro le tendio la bolsa de papel negro a Fernando.
Fernando echo un vistazo rapido y dijo: “Daselo a la Sra. Bracamonte*.
Ramiro asintié y se volvié hacia Sabrina que seguia sentada en el sofa.
Sabrina no quiso aceptar el regalo. Las cosas que regalé Fernando no eran
baratas y costaron al menos unos miles. Incluso. cuando Sabrina todavia estaba
en la familia Bracamonte, nunca habia comprado vestidos de marcas de lujo. Sin
mencionar esta marca que ordené Ramiro, sus vestidos de temporada podrian
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facilmente doce mil délares. Probablemente no significé mucho para Fernando,
pero eso fue mucho dinero para Sabrina.
Sabrina no le quité la bolsa a Ramiro ya que no tenia intencion de aceptarla. En
cambio, ella rechazo cortesmente, “Sr. Santander, mi blusa se secara pronto.
Gracias por tus pensamientos.”
Fernando sabia que Sabrina lo rechazaria pero queria que ella lo aceptara sin
importar nada. Exhalé un poco de humo del cigarrillo y respondié: “Sra.
Bracamonte, ide verdad vas a ponerte una blusa mojada para almorzar conmigo
y destrozar también la imagen profesional del Grupo Santander?
“No olvides que la Sra. Lola Mars también estara alli. Y nos vamos en unos
minutos. ¢ Estas seguro de que tu blusa estara completamente seca en unos
minutos?
Sabrina apret los labios y permanecio en silencio. Su blusa no estaria
completamente seca en el corto plazo. Qué mas, ya se
iban.
Sabrina se vio atrapada en un dilema. Fernando agregé: “Sra. Bracamonte, por
favor no pierda mas tiempo.”
“Estas planeando dejar que la Sra. Mars te espere o solo quieres que siga
esperando?”
Sabrina no pudo rechazar mas. Se puso de pie y tomd la bolsa de manos de
Ramiro. “Pues bien, maiiana le devuelvo el vestido, sefior Santander”.
Cuando estaba a punto de salir de su oficina y cambiarse en el bafio ptblico del
pasillo, Fernando la detuvo. “No tienes que ir al bario afuera. Puedes cambiarte
en mi habitacién adentro
Sabrina se sobresalté cuando se detuvo en seco. Luego se dio cuenta de que
habia otra pequefia habitacién en su oficina.