Big Novel

Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

Capitulo 218

“Sabrina... iesos nifios...?” Javier preguntd con curiosidad cuando entré con la
canasta de frutas.

Esos nifios se veian extremadamente hermosos. Parecian celebridades.

Lo Unico era que se preguntaba por qué el nifio le resultaba un poco familiar.
Se parecia a alguien que conocia.

Mientras Javier miraba largamente a Joaquin, de alguna manera sintié que se
parecia a alguien que conocia.

¢Aquién se parece?”

Sin embargo, Javier no pudo recordar quién podria ser.

¢Qué esta haciendo aqui, Sr. Hamilton?” Sabrina preguntd. Sintié como si el
corazon se le hubiera subido a la garganta en ese instante mientras lo veia
acercarse a ella. Luego miré en secreto a su tia para que se llevara a sus hijos
mientras tartamudeaba: “Son... los hijos de mi prima“.

“Vine a visitarte después del trabajo, Javier sonrié mientras colocaba la cesta de
frutas en el armario junto a ella. Continué: “¢ Estas mejor un poco mejor?”

“Me siento mucho mejor. Gracias por preocuparse, Sr. Hamilton Sabrina
respondié mientras lo miraba con una mirada nerviosa. Ella hizo un puchero y
queria despedirlo diciendo: “Bueno, entonces... ya que me siento bastante bien
ahora, puede irse a casa ahora, Sr. Hamilton”

“Oh, no tengo nada que hacer en casa de todos modos*. Javier respondié
mientras extrafiaba por completo como Sabrina queria que se fuera. El pensé
que ella solo se sentia mal porque él viniera a visitarla y estaba avergonzado por
eso.

Sus expresiones se volvieron mas suaves cuando su mirada se desplazé hacia
su tia y sus hijos que estaban a su lado.

“Oh, ¢quién podria ser esta persona?”

“Ella es mi tia. Basicamente es la mama de mi prima. Actualmente vivo con mi
tia“. Sabrina respondié de inmediato ya que se sentia tan nerviosa que su
corazon casi se le sale del pecho.

Si lo hubiera sabido antes, nunca queria que su tia viniera.

“Saludos tia“. Cuando Javier se enteré de que ella era la tia de Sabrina,
inmediatamente la saludé cortésmente: “Soy Javier Hamilton, el director del
departamento de disefio de la empresa de Sabrina“.

“Oh, saludos Sr. Hamilton". La tia de Sabrina le dedico una sonrisa incomoda
mientras abrazaba a los nifios con mas fuerza. Luego dijo: “Gracias por tomarse
el tiempo libre del trabajo para visitar a mi Sabrina. Gracias, de verdad".

“Oh, no lo menciones, tia“. Javier respondié. Como queria parecer mas
impresionante frente a la tia de Sabrina, instintivamente actué como un calido
caballero. Continué con una sonrisa, “Compré algunas frutas tia. ¢ Quieres que
pele algunas naranjas para los nifios?”

“Son naranjas importadas. Son muy dulces y ricas en vitaminas. Sera bueno
para la salud de los nifios*.

“Pues bien, como no tengo nada que hacer en este momento, ; por qué no pelo
una naranja para los nifios?” Javier agarré una naranja de la canasta de frutas
en el instante en que terminé de decir eso.

Tanto Sabrina como su tia se quedaron sin palabras. Aunque no era malo ser
célido, parecia estar comportandose demasiado calido con ellos en este
momento.

Joaquin y Carmen, por otro lado, sin embargo, sus ojos se iluminaron
instantaneamente cuando escucharon que habia deliciosas frutas para corner.
Estaban mirando a Javier con una mirada dolorosa y triste mientras el pelaba la
naranja del

costado.

Luego parti la naranja en dos mitades.

Los pequerios bribones no se atrevian a aceptar ninguna buena comida del
extrario sin el consentimiento de su madre o de la tia de Sabrina. Esto fue lo que
les conté su madre.

Su madre les dijo que habia mucha gente mala por ahi y que no deberian
simplemente aceptar bocadillos de extrafios o, de lo contrario, tendrian malestar
estomacal y serian enviados al hospital. Como Joaquin y Carmen tenian un
miedo mortal de ir al hospital porque era un lugar donde les iban a poner las
inyecciones y era extremadamente fuerte con el olor a desinfectante, no se
atrevieron a aceptar tan descaradamente.

Tenian que obtener el permiso de su madre incluso si realmente querian
comerlo. Estaban mirando a Sabrina con unaBooks Chapters Are Daily Updated
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mirada triste.

Sabrina tenia miedo de que los bribones la llamaran su madre frente a Javier, asi
que inmediatamente les dijo cuando desviaron la mirada hacia ella: “Oye,
Joaquin, Carmen, puedes comerlo, pero debes decir gracias cuando aceptas®.
vuestros frutos de él.

Después de obtener el permiso de su madre, tanto Joaquin como Carmen
aceptaron con alegria las rodajas de naranja de la mano de Javier.

Como Joaquin sabia hablar, agradecié a Javier con voz infantil, “Gracias... tio“.
Sin embargo, Carmen adn no sabia hablar y todo lo que pudo hacer fue darle a
Javier un lindo y pequefio movimiento de

cabeza como su hermano.

Cuando Javier notd lo adorables que eran esos nifios, y supuso que deberian
ser bastante jovenes entonces.

Realmente se veian tan adorables que lo hicieron querer tener sus propios hijos.

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