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Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

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Capitulo 78

Ni en los suefios mas salvajes de Sabrina hubiera sofiado con que
Fernando la besara.

iEstaban parados justo afuera del apartamento de Cindy!

Se pregunt6 si Fernando habia bebido demasiado esta noche. Esa era la
Unica razén que podia explicar su extrafio comportamiento.

El la odiaba, no?

Sin embargo, el beso se sinti6 tan real. Sabrina sinti6 que su cabeza se
mareaba mientras luchaba por respirar. Ella podia saborearlo. No habia
olor a alcohol en la boca del hombre.

No sabia a alcohol sino a algo fuerte y limpio.

Fernando no estaba borracho.

Por qué la habia besado entonces?

Por qué se habia ofrecido a pagar para pasar la noche con ella?

Con la poca razén que aun le quedaba en la cabeza, Sabrina poco a poco
recobré el sentido. Fernando creia que ella lo habia tendido una trampa y
lo habia engaiiado para que se acostara. El debe pensar que sus servicios
se pueden comprar a un precio barato.

El pensamiento de eso hizo que su estémago se revolviera.

Puede que sea el consejero delegado del Grupo Santander, pero ¢y qué?

El podria ser el hombre del que una vez habia estado locamente enamorada,
pero ¢y qué?

El la estaba besando. Pero, ¢ habia buscado su consentimiento antes de hacer
eso?

Sabrina le dio un fuerte empujén a Fernando y lo empujé. Sus dedos se habian
cerrado con fuerza en pufios. Ella levanté la mano y la envié balanceandose
hacia su mejilla. “Sr. Santander, te has pasado de la raya.

Quizas no me escuchaste la primera vez. No estoy en venta.

Habiendo dicho su parte y dado una fuerte bofetada al hombre por su
comportamiento inapropiado, Sabrina agarré su bolso con fuerza, se dio la
vuelta y se dirigié al ascensor.

Fernando no intent6 ir tras ella. Sus ojos se oscurecieron cuando tocé la mejilla
que ella habia abofeteado. La mirada en sus ojos se agudizé con rabia.

Tenia que darselo. Ella tenia coraje.

No podia creer que ella lo hubiera golpeado.

El joven se qued6 mirando la forma esbelta de Sabrina mientras se dirigia
directamente al ascensor.

Después de un tiempo, Fernando finalmente retiré la mirada. Estaba aterrorizado
por el impulso que se habia apoderado de él antes. Fernando no era un joven
sin experiencia. Era un hombre adulto que habfa sobrevivido a innumerables
pruebas y tribulaciones del duro mundo. Regresoé a su apartamento.
Lentamente, el joven se enfri6 y volvié a sus sentidos.

Habia actuado precipitadamente antes.

¢Qué habia causado su momento de locura?

¢Por qué seguia pensando en esa mujer?

Los ojos de Fernando se oscurecieron. Miré por la ventana. Se extendia desde
el suelo hasta el techo. La noche mas alla era completamente negra.

El joven parecia exhausto. El casualmente tiré de su cuello suelto.
¢Honestamente deseaba a la mujer? ¢O era algo mas lo que buscaba?

Ya no importaba.

Ella lo habia tendido una trampa y lo habia atraido a su cama hace un afio.
Bueno, él la queria de vuelta en su cama ahora. ¢No deberia estar contenta?
Tal vez ella estaba jugando duro para conseguirla.

Ella estaba jugando duro para conseguirlo y negarlo.

Los ojos de Fernando se cerraron lentamente. Traté de empuijar los
pensamientos de Sabrina fuera de su cabeza.

Pero no pudo... se encontré anhelando el sabor de sus labios.

Eran suaves y tenian un sabor dulce. como fresas

Fernando le indicé a Ramiro qué hacer y terminé la llamada. Luego, se
dirigi6 a la ducha.

Mientras tanto, Sabrina todavia estaba aturdida cuando llegé a casa. Elena
fue quien le abrié la puerta.

Su tia vio la mirada extrafia en su rostro y se preocupé. Pensé que Sabrina
se habia metido en algun tipo de problema. “¢Estas bien, Sabrina? Te ves
terrible. ¢No estuviste en casa de Cindy?

“Era. Estoy bien... Tropecé y casi me caigo. Todavia me estoy recuperando
del susto, eso es todo. Sabrina se palme6 las mejillas e intent6 fingir
compostura.

“Me alegro de que no te haya pasado nada. Deberias tener mas cuidado en
el futuro®.

“Lo haré, Elena“. Sabrina se puso un par de pantuflas y se asomé a la sala
de estar. Ella no vio a sus hijos. “¢Dénde estan Joaquin y Carmen, Elena?”
Estan dormidos. Elena se dirigi6 a la cocina y le dio a Sabrina un vaso de
agua. “Tienen un poco de agua.”

“Gracias.” Sabrina tomé el vaso y tomé un pequefio sorbo. El agua ayudé
a calmarla un poco.

“Ya es tarde. Deberias darte una ducha e irte a la cama.

Eso era lo que Sabrina también estaba pensando en hacer. Permitié que la
conmocién de la noche se fuera de ella. “Bien.”

Que noche tan llena de acontecimientos.

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