Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Leandro Reyes se agachod y le hablé.

Através de la reja, su voz seguia siendo suave y tranquila, como si nada hubiera
cambiado desde los dias en que la cuidaba.

Evrie lo mir6 fijamente por mucho tiempo, sin decirle ni una palabra.

Habia adormecimiento en sus ojos, desesperacion y una desolacion que sigue al
shock.

En ese momento supo que habia caido en la trampa de Leandro, habia confiado
en la persona que menos debia confiar.

Sabiéndose culpable, Leandro tomé la iniciativa de hablarle.

—Lo siento mucho, habia demasiadas cosas en casa y tuve que dejarte venir
sola, haciendo que te enfrentaras a muchas situaciones desagradables. Pero no
te preocupes, ahora que estoy aqui, todos los acuerdos que firmamos cuentan.
Te llevaré personalmente, solo quédate a mi lado, ¢ esta bien? —

Evrie lo mir6 a través de los barrotes.

El estaba medio agachado, mirandola a través de la reja, sus ojos todavia
estaban llenos de sinceridad, como cuando en casa hablaba de arquitectura y
andlisis del terreno, como si fuera algo totalmente normal.

Con la voz ronca, Evrie solo logré preguntarle.

—¢ Por qué? —

Leandro guardé silencio por un momento, luego torcid los labios y le pregunté:
—Evi, sabes donde estamos? ;Sabes lo que pasa aqui todos los dias? —
Evrie no entendia a qué se referia, solo lo escuché seguir hablando.

—Estamos en el Triangulo Norte, donde todos los dias entran incontables
hombres y mujeres. Fraudes, tréfico de érganos, prostitucion, apuestas... esas
son las principales actividades aqui. Pero lo que ti harés es mucho mas digno
que ellos. Siguiéndome a mi, serds una persona importante aqui, podras hacer
lo que quieras. ¢No es eso bueno para ti? —

Evrie lo miré friamente, con una sonrisa sarcastica.

—Asi que desde el principio, cuando querias tomarme como tu aprendiz, sera
para esto? Me llevaste a Brasil, me hiciste acompaniar a los clientes, beber con
ellos, para acostumbrarme a la cultura de las bebidas, todo para domesticarme
poco a poco.copy right hot novel pub

Leandro bajo la mirada, no pudo negarlo.

—S8é que al principio no lo aceptarias, pero... el mundo es asi de desigual. Una
vez que te acostumbres a la vida aqui, veras qué es la realidad y donde esta el
paraiso. Mira a tu predecesora, Natalia, ella también se adaptd, ¢no es asi? —
Evrie retrocedié hacia el fondo de la jaula, sus palmas estaban sudorosas y frias.
—No quiero, no quiero acostumbrarme. Solo quiero volver a casa, ;me dejas ir,
por favor? Te lo suplico, director...—

Se le escap6 llamarlo director.

Si, quién iba a recordar que Leandro Reyes era el director de su universidad.
Era un gran maestro, que apoyaba a estudiantes desfavorecidos cada aio,
otorgandoles becas, pero al mismo tiempo, era el lider de ese terrorifico infierno.
Evrie se dio cuenta demasiado tarde.

Luego, encontrar la manera de enviarlos al extranjero, hacia abismos profundos.
La predecesora, una estudiante sobresaliente de una familia necesitada, ya
estaba bajo el control de Leandro.

Todo lo del desarrollo en el extranjero, los proyectos secretos, no era mas que
un engano.

Leandro sonrié levemente, su tono de voz era ligero.

—EVi, no te resistas. Sabes que no voy a dejarte ir, ; verdad? —

Los labios de Evrie se volvieron blancos, y ella negé con la cabeza
incansablemente.

—No quiero...—

No queria construir ese tipo de edificios, mucho menos una prisién manchada de
sangre y pecado.

El dinero que queria ganar debia ser limpio y puro, no... no queria ser parte de
su entramado criminal.

Leandro pareci6 ver a través de sus pensamientos, sus labios se curvaron en
una burla.

—Deja de ser ingenua, este mundo no tiene justicia ni equidad, esta lleno de
poderosos que devoran a otros. —

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—Evrie, te di esta oportunidad para

que te levantaras, para que salieras

del fango y de la pobreza de las

clases bajas, ;entiendes? — The

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Evrie se mordia el labio, estaba reacia a escuchar esas palabras tan negativas.
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Sabia que no podia escapar, que
tampoco podia conmover el corazon

de Leandro, sino que seria victima de

su intento de convencerla. The

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Entonces, se encogié dentro de la jaula, cerrd los ojos y dejo de mirarlo.

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Leandro solt6 un suspiro, le dio unas
palmadas al oxidado hierro de la

jaula, con una paciencia que parecia
reservada para una mascota
desobediente. The content is on
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—Evi, todavia hay mucho tiempo por delante, algiin dia entenderas lo que siento
por ti. —