Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Blanca se levanté para mirar.

Después de observar por la ventana un buen rato, le dijo: —No hay nada, ya es
tarde, no hay carros abajo.—

Evrie oculté su mirada: —Esta bien, ya lo sé.—

Picoteaba la comida en su plato y de reojo observaba la sopa nutritiva al lado.
Todo, excepto esa sopa, habia sido preparado por él.

A pesar de estar en la oscuridad, insistia en verla asi, desilusionada y triste, sin
querer aparecer.

Una vez, y otra, siempre era igual.

En otro garaje abajo, Joan observaba a través del espejo retrovisor a Farel.
—Realmente eres astuto, Blanca justo estaba mirando abajo por la ventana,
nadie conoce a la Srta. Evrie como ti.—

Farel esbozo una sonrisa sutil.

—Puedo predecir cada una de sus reacciones.—

—~Pero aun asi...— ¢ Por qué lastimar su corazén?

Las ultimas palabras, Joan se contuvo de decirlas.

—Hay demasiado silencio, pongamos musica.— Le dijo Farel.

Joan sacé su movil y conecté el Bluetooth: —; Qué cancion quieres escuchar?
Pagaré una suscripcion para ti.—

—¢ Hay otras canciones en la lista de reproduccion de este carro?— Le pregunté
Farel.

Joan entendid.

Apagd el movil y silenciosamente activo la musica del carro.

La cancion “Eres ti”, que habia sido forzado a escuchar innumerables veces, la
escucho una vez mas.

Al dia siguiente, la mansion de la Familia Rivera tuvo una gran concurrencia.
Tomeo, después de todo, era una figura monumental en el mundo de las
antigliedades, y su fallecimiento conmocioné a todo Alnorter.copy right hot novel
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Personajes prominentes de la ciudad fueron invitados al funeral.

El escandalo del divorcio de Evrie fue la excusa perfecta para que ella no tuviera
que asistir.

Farel fue solo.

El auto de lujo negro llegé a la entrada y Yolia bajo con un vestido negro.
Emanuel se despidi6 de ella: —Tengo un viaje de negocios inesperado, te lo
agradezco.—

Yolia negé con la cabeza dulcemente, arreglandole la corbata.

—No te preocupes, como tu esposa, es normal representarte en estos eventos,
y ademas, conocia personalmente a Tomeo, tenia que venir de todos modos.—
—Entonces te lo agradezco.—

Emanuel apreciativamente apreté su mano y luego volvié al auto.

—~Por la noche iré a la casa antigua a recoger a Irene, no necesitas hacer el
viaje.—

—Esta bien, ten cuidado en el camino.—

Yolia lo miré partir y luego, con un rostro serio, entré a la mansion.

Ya habia llegado mucha gente de la Familia Rivera.

Todos presentaban sus respetos y muchos de sus viejos amigos lloraban.

Félix Rivera y Giselle, vestidos con trajes de luto blancos, se pararon al lado del
velatorio agradeciéndoles a los asistentes en silencio.

Félix estaba realmente triste, con los ojos hinchados, y no podia evitar llorar
cada vez que alguien se inclinaba para rendirle homenaje.

Valerio no podia seguir viendo, y después de presentar sus respetos, le dio unas
palmadas en el hombro a Félix para consolarlo de una manera torpe.

Félix lloré atin mas fuerte: —No entiendes nada, tu padre esta bien, yo nunca
volveré a ver a mi padre, no entiendes este dolor...—

Valerio... —Bueno, sigue llorando si quieres, yo me voy.—

Félix estaba tan angustiado que no podia prestarle atencion.

Farel, al final de la fila de personas, les presenté sus respetos con una expresion
serena.

Luego sigui6 el procedimiento y, al final, se detuvo frente a Giselle.

—Mis condolencias, Srta.

Rivera.—

Los ojos de Giselle estaban levemente rojos, el amplio traje de luto la envolvia,
mostrando una cara pequefia y desamparada.

Las lagrimas se asomaban a sus ojos, parecia realmente afligida.

—Gracias por tus palabras, pero después de escucharlas tanto, empiezan a
sonar irénicas.—

La mirada de Farel era profunda, le eché una mirada: —Ya que no te gusta
escuchar eso, no diré mas, cuidese.—

Giselle pasé por su lado sin decirle nada.

Miro la hora y se gird hacia Félix: —Me siento un poco mareada, voy a
descansar un rato.—

Félix le pregunté con nerviosismo: — Estas bien? No te pongas tan triste,
(quieres que busque un médico para ti? —

—No hace falta, solo cuida de todo aqui. —

Giselle se dio la vuelta y se marché.

Vestida con ropa de luto, Giselle camind por el corredor de la camara secreta.
Hasta que la puerta del tltimo nivel se abrio, todas las antigtiedades y pinturas
quedaron a la vista.

Porcelanas, calderos, gemas, esculturas, cuadros famosos...

Estaban dispuestas en estanterias, colgadas en las paredes.

Eran incontables, deslumbrantes.

Como si fueran guardias, se alineaban en dos filas, abriendo un amplio camino
en el medio.

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Giselle avanzo paso a paso,

caminando entre un conjunto de
antigledades, al final del camino

ancho, habia una mesa grande para
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Sobre la mesa, habia un retrato finebre en blanco y negro.

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El hombre del retrato tenia rasgos
distintivos, un semblante suave,

amable y culto, se veia como un
caballero en toda regla. The content

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Ese rostro, a nadie podria serle mas familiar.

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Giselle encendi¢ una vela, con sumo
cuidado realizo su ofrenda, con una
mirada llena de devocion y
concentracion, como si fuera su dios.
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—Todas estas antigtiedades, las he recuperado para ti. —

—Leandro, todo lo que te gustaba, lo que anhelabas, lo que amabas sin poder
tener, yo lo conseguiré para ti. —

—En la préxima vida, seamos hermanos de verdad, ; puedes dejar de odiarme
por favor? —

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