En casa de Blanca. Evrie miré a su alrededor, desconcertada, y le pregunté a
Blanca: —Blanca, ¢ donde esta tu perro? — Los labios de Blanca temblaron
ligeramente, su expresion era indescriptible. —;Qué perro? El que tiene un
perro es Berto, y cuando sale de viaje, a menudo lo deja aqui. — Evrie la miré
con un significado profundo y le comenté: —Parece que ustedes tienen una
buena relacion. — —; Buena? Si esta mafiana acabamos de discutir. Ese
hombre se fue enojado, llevandose a su perro consigo. — Blanca llegé con una
bandeja de frutas, encendio el televisor y se sent en el sofa con las piernas
cruzadas. —Mejor que se haya ido, asi no me molesta. — Evrie sonrié
disimuladamente: —Ustedes dos parecen muy compatibles. — —No digas eso,
prefiero estar sola para siempre. — Blanca le pasé una manzana y le dijo con
paciencia: —Coémetela, para reponer vitaminas y recuperar tu cuerpo. — Evrie
mordid la fruta, sintiéndose calida por dentro. Al mencionar al perro, Blanca se
emociono. Saco su celular y el protector de pantalla era un perro Golden
Retriever alegre y radiante. —Te digo, aunque Berto lo comprd, el perro ha
pasado la mitad del tiempo creciendo conmigo. Nos llevamos muy bien y es muy
adorable. ;No te parece muy bonito? — Evrie se acercé amablemente a mirar.
El perro era grande y estaba sentado en un piso limpio, sonriendo hacia la
camara. Detrés de él habia un sofa de cuero con una manta blanca encima, y
sobre la manta, un gato gordo color naranja. Ese lugar... Evrie se qued6
perpleja. Ese era el sofa de la casa de Farel. Y ese gato...copy right hot novel
pub era de Farel. Reconocié a al gato de inmediato. Cuatro afios sin verlo, y se
habia puesto tan gordo. Blanca se dio cuenta y sonri6 incémoda: —Ese Berto
siempre lleva al perro a casa de Farel para jugar con ese gato gordo. Si quieres,
la préxima vez le pediré que te lo traiga.— Evrie neg6 con la cabeza: —
Originalmente él lo encontrd, ese gato le pertenece. — Aunque dijo eso, sus ojos
seguian fijos en el gato. Después de todo, ella lo habia criado desde pequefio,
como si fuera su propio hijo, y queria observarlo un poco mas. Blanca noté su
nostalgia y le coment6: —No te preocupes, esta muy bien. Farel va y viene entre
la oficina y su casa para alimentarlo, tiene una rutina muy regular y no hay
escandalos en su vida. — Evrie... — ; Era tan obvio su comportamiento que
tenia que enfatizar los escandalos? Después de terminar de comerse una
manzana, el dolor en su cintura comenzé a molestarla de nuevo. Evrie se
despidié de Blanca y se fue a dormir a la habitacién de invitados. Durmiendo, no
sentiria el dolor. Comenz¢ a llover afuera. Un suave chapoteo resonaba. Dentro
del Range Rover, Joan le hablé: —Sr. Haro, esta lloviendo, ¢volvemos? — Farel
respondié: —Regresemos al Barrio EI Magnético. — Joan encendié el motor,
activo los limpiaparabrisas y el Range Rover comenzé lentamente a retroceder,
saliendo del estacionamiento. Cuando llegaron a la entrada, Farel de repente le
dijo: —Es tarde, no necesitas llevarme, vuelve en taxi, te reembolsaré el pasaje.
— Joan se alegré, mostrando una amplia sonrisa: —Gracias, Sr. Haro, lo dejaré
en la esquina. — Encontré un lugar para estacionar, salié del vehiculo y
rapidamente tomo un taxi. Farel se quedo sentado en silencio, observando como
Joan se alejaba. La lluvia golpeaba el techo del coche, haciendo un ruido fuerte.
El se sent6 en el coche por un rato, saco su celular y abrié la galeria de fotos.
Habia apenas una docena de fotos dispersas. Todas eran de ella. Incluso habia
guardado fotos de su perfil profesional y promocionales de internet, no eran
muchas, pero las habia conservado todas. En medio del fuerte aguacero, Farel
apago las luces del coche, sumiendo al Range Rover en la oscuridad. EI
pequerio resplandor en el interior del coche era ella, en la pantalla de su celular.
Se quedd mirdndola asf, por mucho tiempo. En la madrugada. El dolor en la
cintura de Evrie se volvié insoportable. La lluvia caia torrencialmente, mezclada
con el aullido del viento. Ella se revolvia en la cama, una capa de sudor frio
brotaba de su frente. Evrie sac su celular, pensando en pedir un par de pastillas
para el dolor a través de un servicio de entrega. —Toc toc— La puerta de la
habitacion sono, Blanca la abrid y entré. —Evi, esta lloviendo, ¢tus molestias
volvieron a aparecer?— Evrie asintié con la cabeza, estaba palida y con tanto
dolor que no podia hablar. Blanca se dio cuenta de que algo no estaba bien.
Evrie realmente no queria ser una molestia. Pero no tenia el coraje para
rechazar su ayuda. Soportando el dolor, se levanté y se puso la ropa. Blanca ya
estaba preparada y entré para ayudarla a salir. La lluvia caia a cantaros, las dos
se apoyaban mutuamente, sosteniendo un paraguas al salir del edificio. En la
cortina de lluvia, la ropa blanca de Evrie era demasiado llamativa. Farel solo
necesitaba levantar un poco la vista para distinguirlas. Sus ojos se oscurecieron,
arranco el coche y las siguid. .copy right hot novel pub.