Capitulo 149
Eran las seis de la tarde. En algun lugar de Trujillo habia un elegante restaurante
adornado con azulejos de marmol y lujosas alfombras rojas y con candelabros
deslumbrantemente brillantes que colgaban de techos elaboradamente pintados.
Al llegar al elegante restaurante estaba Sabrina, quien habia accedido a cenar
con Salvador.
Llevaba la bolsa LV que él le habia comprado. El que valia cincuenta de los
grandes. Salvador pudo verla sentada cerca de la ventana, vestida con su pulcro
traje y con aspecto de perfecto caballero. La vista de la bolsa colgando de la
curva de su codo hizo que una mirada de suficiencia se iluminara en los ojos de
Salvador.
El lo sabia. Toda mujer codiciaba la riqueza y el lujo.
Cada uno de ellos se acostaria contigo por un bolso caro, un vestido caro o un
coche caro.
No importaba que Sabrina Bracamonte fuera la mujer mas hermosa de Trujillo.
Todavia caeria sobre sus manos y rodillas y vendria arrastrandose hacia él por
una bolsa que costaba cincuenta de los grandes.
Salvador no pudo evitar la racha de jubilo que corria por su cabeza. No veia la
hora de divertirse con la orgullosa joven que alguna vez pertenecié a la familia
Bracamonte.
Tenia la sensacion de que iba a disfrutar enormemente.
Los labios de Salvador se torcieron en una sonrisa perversa mientras miraba a la
joven que se acercaba a su mesa.
Sabrina se acerco a Salvador, sacd su silla y se sento. Salvador la miraba
descaradamente entonces, la mirada de Iujuria y deseo en sus ojos estaba a la
vista de todos. Parecia listo para arrancarle la ropa a la joven y salirse con la
suya alli mismo.
Por supuesto, él no iba a hacer tal cosa.
Salvador era un jugador y conocia bien el juego.
Apresurarse en las cosas nunca ayudo y, de hecho, podria arruinarlo todo.
Pensativo, tom la jarra de jugo y llend un vaso para Sabrina. “Milisegundo.
Bracamonte, équé le gustaria tener?”
“Sr. Navarro, no estoy aqui para cenar contigo”, dijo Sabrina después de lanzar
una mirada casual al hombre.
La mirada de Salvador le revolvié el estémago. Mas que Fernando.
Fernando podria ser un matén, pero al menos no era sexualmente promiscuo.
Sin embargo, todavia era una molestia que estaba haciendo de su vida un
infierno en este momento,
Salvador, por otro lado, era notorio en su circulo.
Era un jugador que dormia y tenia extrarios fetiches en la cama.
Las mujeres que se acostaban con él terminaban medio muertas al final de la
noche. Tener sexo con él era similar al suicidio.
Por eso Sabrina no podia soportar al hombre y le gustaria estar lo mas lejos
posible de él.
“¢ Qué quiere decir con eso, Sra. Bracamonte?” Salvador levanté una ceja. No
parecia entender a donde iba la conversacion.
“Estoy aqui para devolverte la bolsa LV. Por favor, deja de enviarme regalos. No
aceptaré ninguno de ellos”, dijo Sabrina mientras colocaba la bolsa LV sobre la
mesa y la deslizaba hacia Salvador.
Esta era la primera vez que Salvador conocia a una mujer que no estaba
interesada en regalos lujosos.
Sus ojos brillaron con Interés. Sus labios se arquearon con fascinacion.
“Milisegundo. Bracamonte, eres realmente Unico. Tu prometido debe haber sido
un idiota. ;Por qué si no romperia el compromiso contigo?
“¢ Estas interesada en ser mi novia en su lugar? Seré bueno contigo, te lo
prometo”, dijo Salvador con una sonrisa aguda.
Sabrina fruncid los labios. No estaba interesada en convertirse en novia o
amante de nadie.
“Gracias, Sr. Navarro, pero paso”. Hizo una pausa por un momento y luego
decidié que era hora de que se fuera. “Si no hay nada mas, me iré ahora”.
“iPuedes probar!” Salvador era un hombre temperamental, acostumbrado a
salirse con la suya con las mujeres. No iba a dejar ir a uno ahora que ella estaba
aqui. Apreté la mandibula con fuerza y siscé enojado a Sabrina. “;,Cree que
puede alejarse de una cita conmigo, Sra. Bracamonte? Deberias pensar de
nuevo.
La voz de Salvador rebosaba furia y ferocidad.
La fuerza de su ira sorprendié a Sabrina. Ella agarro su bolso con fuerza. No
estaba interesada en involucrarse con un asqueroso violento. “Sr. navarro....”
Antes de que terminara de hablar, sintié una calida mano en su hombro. Lo
siguiente fue el olor fuerte familiar del humo del cigarrillo en el aire.
Era picante y sabia ligeramente a menta.
Sabrina gird la cabeza y abrié mucho los ojos cuando vio quién era.
¢ Fernando?
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Sabrina mir6 fijamente al hombre que tenia delante en un silencio aténito.
Fernando la miré antes de levantar a la joven de su asiento. La mano en su
hombro terminé en su cintura cuando el hombre la rodeé con su brazo.
Su brazo era similar a una declaracion de propiedad. Mir6 a Salvador a los ojos.
“Sr. Navarro, me alegro de verte por aqui. Pareces terriblemente interesado en
cenar con mi amante.
(Amante de Fernando?
Salvador se quedo helado. Un cerio profundo arrugé su frente. ; Qué demonios
estaba pasando aqui?
iNo habia oido hablar de la relacién de Sabrina con Fernando!
“Sr. Santander...” El toque del brazo de Fernando alrededor de ella hizo que
algo se revolviera en el estémago de Sabrina. No apreciaba que el hombre la
llamara su amante y estaba lista para expresar su protesta. Fernando parecié
leer su mente. Se inclino hacia Sabrina y comenz6 a mordisquearle la oreja
mientras Salvador los miraba con estupor aturdido. Su voz era un susurro bajo y
acalorado en su oido. “; Preferirias ser asesinado por ese asqueroso de alli o
quedarte callado y hacer lo que te digo? Haz tu eleccion.
¢Le estaba pidiendo que eligiera?
Bueno, si tuviera eleccion, no elegiria a ninguno de los dos.
Pero ella no lo hizo y Salvador era el mayor asqueroso ahora. Era imperativo
que lograra que él se mantuviera alejado de
ella.
Por eso permitié que Fernando le mordisqueara suavemente la oreja mientras
procuraba no temblar ni emitir ningtin sonido.