Big Novel

Nunca Mueren Los Deseos (Sabrina y Fernando)

Capitulo 192

Sabrina arrastré a Fernando fuera del departamento y no dejé de caminar hasta
que estuvieron en la pasarela. Luego, soltd su agarre y tiré de sus dedos hacia
atras inmediatamente.

Fernando no era tonto.

La mirada en el rostro de Sabrina cuando la joven lo agarré habia sido de
absoluto panico. Algo estaba pasando aqui. Fernando no era idiota. El podria
decirlo.

Después de que Sabrina aparto la mano, el hombre bajé la vista y la mir¢
fijamente. Todavia habia rastros de panico en el rostro de la joven. Su voz era
suave cuando hablo. “Parece preocupada, Sra. Bracamonte. ¢ Qué ocurre?”
“Nada esta mal. Todo esta bien”, espet6 Sabrina. No pudo evitar el escalofrio
que le recorri6 la espalda mientras miraba los ojos agudos y oscuros de
Fernando. El aura que exudaba el hombre era increiblemente intimidante.

No pudo evitar sentirse abrumada por una simple mirada del hombre.

Sabrina se dijo a si misma que se recompusiera. No podia permitirse el lujo de
entrar en panico.

Ella respiro hondo. “Sr. Santander, es tarde. ; Qué haces en mi casa? ¢No lo
encuentras algo inapropiado? Te estas entrometiendo en mi privacidad.

El joven la mir fijlamente a los ojos. Sus labios se curvaron en el fantasma de
una sonrisa. “Fui yo quien salvo a Carmen. Queria asegurarme de que ella esta
bien. Qué esta mal con eso?”

“¢Le preocupa que esté aqui para robarle a sus hijos, Sra. Bracamonte?”

que

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El hombre intrigante estaba tratando de atraerla para que dijera algo incorrecto
nuevamente. Sabrina se dio cuenta de no habia forma de que esta conversacién
terminara bien. Ella se mordi6 los labios. “Por qué deberia preocuparme por
eso? Si el Sr. Santander quiere hijos, hay muchas mujeres que estan dispuestas
a darte algunos. No te faltaran hijos.

“Honestamente, dudo que estés interesado en los hijos de mi prima. No te
merecen.

Las palabras de la mujer eran agudas con sarcasmo.

La mirada en los ojos de Fernando se oscurecié. Sin previo aviso, se incliné. Su
forma imponente era como una sombra amenazadora que rodeaba a Sabrina
por todos lados. La mano del hombre salié disparada y se estrell6 contra la
pared

detras de Sabrina.

Sabrina se encontré inesperadamente atrapada en los brazos de Fernando.

La voz del hombre era ronca y tenia un toque de acero. “Quiero que me hagan
otra prueba de ADN".

Los ojos de Sabrina se abrieron instantaneamente. Miré al hombre frente a ella
con incredulidad.

Ella lo sabia. Todavia creia que Joaquin y Carmen eran sus hijos.

No podia creer que el hombre exigiera otra prueba de ADN.

Sabrina mir6 fijamente el rostro de Fernando con terror y conmocion mientras el
joven se inclinaba constantemente hacia ella. El panico amenazé con abrumarla
y hundirla.

Antes de perderse por completo en el miedo y el panico, la joven se clavd las
ufias en las palmas de las manos con fuerza.

Oleadas de dolor agudo brotaron del centro de sus palmas.

Aclararon su mente al instante. La joven frunci¢ los labios. “Tengo una opcién en
el asunto? ;Se me permite rechazar su

solicitud, Sr. Santander?

“Creo que firmamos un contrato. Prometiste no acosar a mi familia después de
que salieran los resultados de la prueba de

ADN.

“¢Va a faltar a su palabra, sefior Santander? No te identifiqué como un hombre
desvergonzado y despreciable que no cumple su palabra. Debo haberte juzgado
mal.

Sabrina sabia que sus palabras mordaces molestarian al hombre y provocarian
su ira. Pero ella no tenia otra opcion.

Ella no queria perder a sus hijos.

Habia sufrido tanto para poder tenerlos.

El no iba a robarselos.

“¢ Estoy violando los términos del contrato? Yo no estaba al tanto de eso. Tal vez
pueda iluminarme, Sra. Bracamonte”. Fernando se incliné mas. La pequefia
distancia que los separaba casi se desvanecio.

Estaba tan cerca.

Estaba tan cerca de besarla.

Sabrina no podia alejarse del hombre. Su célido aliento aterrizé en sus mejillas y
sus labios.

Le escaldaron la piel.

Podia oler el fuerte olor a cigarrillo en su aliento.

Ella podia olerlo.

La joven se mordid los labios instintivamente.Books Chapters Are Daily Updated
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Saco los brazos y traté de alejar al hombre de un empujon.
Desafortunadamente, eso era exactamente lo que Fernando queria que hiciera.
Tan pronto como las palmas de ella presionaron con fuerza contra su firme
pecho, él agarré sus mufiecas y tiré de ellas hacia su pecho. La fuerza del tirén
acerco sus labios a los de ella. Otro paso més cerca y sus labios se tocarian.
“Vamos, explicame cémo estoy violando los términos del contrato.

“Es la primera vez que visito a Carmen. La salvé y queria saber si estaba bien.
¢Qué esta mal con eso? ;Me estas prohibiendo hacer eso?

“¢, Crees que no merezco saludar a Carmen?”

Fernando parecia tener sentido. Sabrina se encontré incapaz de refutar al
hombre.

De hecho, no pudo evitar sentirse un poco avergonzada. Sus mejillas se
sonrojaron levemente.

No importaba si tenia razon. El tuvo que ir. “Bueno, gracias por pensar en ella,
Sr. Santander. Como puedes ver, ella esta bien. ; Puedes irte ahora?

Fernando no parecia tener prisa por irse. El le dirigié una mirada larga y dura
antes de cambiar de tema sin previo aviso. Empezé a hablar de la cena que
acababa de tener. “; Como esta tu cita con la Hna. Granger?”

¢ Qué estaba mal con el hombre? ¢Por qué mencioné eso?

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