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Capitulo 56
Sabrina miré a Fernando y dudé en contestar el teléfono en el auto.
Después de contemplarlo por unos segundos, Sabrina decidié no hacerlo
ya que no queria tener una conversacién con Javier en el auto.
Rechazé la llamada de Javier con delicadeza y esper6 en silencio a que el
auto se detuviera en la finca que mencioné.
Sin embargo, Javier estaba genuinamente preocupado por su bienestar,
por lo que seguia llamando cada vez que ella rechazaba sus llamadas.
Su teléfono seguia vibrando sin parar por sus llamadas. A pesar de que su
teléfono vibraba suavemente, era obvio ya que estaba en el auto.
Fernando también lo not6. Como no estaba interesado en conocerla.
mejor, las vibraciones del teléfono no podian molestarlo.
Su teléfono se volvi6 loco inesperadamente y siguié vibrando durante
varios minutos mientras regresaban.
Fernando no pudo contenerse y finalmente dijo: “Sra. Bracamonte, siéntete
libre de contestar el teléfono.”
“Ya casi estoy en casa, asi que contestaré cuando me baje del auto*.
Sabrina sabia que a él no le gustaria que contestara el teléfono frente a él.
Incluso cuando ella no respondid, él insinué que las vibraciones de su
teléfono se
estaban volviendo molestas.
Afortunadamente, ella no contesté su teléfono.
Fernando dejé de hablar en el momento en que Sabrina terminé su
oracién.
Sabrina mir6 hacia la entrada de la propiedad y dijo de inmediato: “Sr. -
Santander, gracias por el paseo. Esta soy yo. ¢ Puedes detenerme aqui?
“¢ Este es tu lugar?” Fernando mir por el coche a la entrada del
apartamento.
“Si, dijo Sabrina mientras se preparaba para abrir la puerta del auto.
Sin embargo, estaba demasiado ansiosa para darse cuenta de que el auto atin
no se habia detenido.
El chofer miré por el espejo retrovisor y dijo: “Sra. Bracamonte, espera. Déjame
detener el auto primero antes de que llegues a la puerta. Es realmente peligroso
abrir la puerta en un vehiculo en movimiento®.
Sabrina fue ciertamente audaz. ¢Cémo podria intentar bajarse del coche antes
de que se detuviera? Inmediatamente retiré su mano y se calmé mientras
esperaba que el auto se detuviera.
Sabrina not6 que el auto se detenia y rapidamente abri6 la puerta del auto para
no tener que quedarse en la fria presencia de Fernando.
¢Por qué no podia abrir la puerta?
Sabrina se sintié un poco nerviosa. ¢Cémo funcionaba esta puerta de coche?
¢ Por qué no podia abrirlo?
Sabrina siguié tirando con fuerza de la puerta del coche, pero simplemente se
negaba a abrirse.
Fernando ya no podia soportar mirar. Se incliné hacia Sabrina y ella rapidamente
sinti6 su calor detras de ella. Cuando volvié la cabeza, Fernando ya estaba muy
cerca de ella.
Casi podia besar su frente.
Sabrina podia ver claramente su cara llamativa y su nariz bien cincelada ante tal
proximidad.
Hace mucho tiempo, ella estaba enamorada de él. A pesar de que habia dejado
de sentir eso por él, se sentia como si sus sentimientos por él se reavivaran.
Para empezar, nunca le presto atencion.
Después de los eventos que ocurrieron hace un afio, las posibilidades de llamar
su atencion se volvieron casi nulas.
Sabrina aprovecho la oportunidad para salir apresuradamente del auto mientras
se agarraba el pecho. “Buenas noches, sefior Santander”.
Fernando no la miré mientras cerraba la puerta de golpe. El Bentley negro
encendié rapidamente su motor y sali6 de la finca.
Sabrina observé cémo su coche salia de la finca.
Se palmeo el pecho con alivio antes de proceder a llamar a Javier.
Como Javier habia estado llamando sin parar, probablemente no se daria por
vencido hasta que ella contestara el teléfono.
Sabrina desliz6 para contestar el teléfono y dijo: “Sr. Hamilton, siento mucho
haber perdido tus llamadas. Todavia estaba atrapado en el lugar de Mdm
Henkel“.
Javier finalmente se sinti6 aliviado al escuchar la voz de Sabrina y rapidamente
dijo: “Pensé que te habia pasado algo terrible cuando no contestaste*.
“Estoy bien.”
“¢Necesitas un aventén?” Javier estaba genuinamente preocupado por su
bienestar.
Como ya estaba en casa, no necesitaba que la llevaran. “Esta bien.”
“¢ Por que no? Se esta haciendo tarde y la villa esta muy lejos de tu
apartamento. Incluso si desea tomar un taxi, sera dificil conseguir uno. Déjame ir
y darte un paseo.
“Sr. Hamilton, ya estoy en casa“.
“¢Estas en casa?”
“UH Huh. Acabo de regresar®, respondi6 Sabrina rapidamente. “Sr.
Hamilton, mi tia me necesita. Te veo mafiana.”
En el momento en que termind su oracioén, colgé el teléfono sin esperar a
que Javier respondiera y se giré para dirigirse hacia el apartamento de
Elena.
Para ser honesta, deberia considerarse afortunada de que él no enviara a
alguien para que la manejara y mantuviera una distancia segura de él.
Sabrina se apresuré a desechar las emociones que surgian en su cabeza
acerca de él. Rapidamente se compuso antes de inclinarse hacia atras para
mantener una distancia de él.Books Chapters Are Daily Updated Join &
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Fernando noté6 que ella se mantenia a distancia de él deliberadamente.
Apenas hubo ningtin cambio en su expresién cuando dijo suavemente:
“Debes presionar este botén antes de poder bajarte del auto“. Presiona el
botén con su dedo largo y delgado mientras hablaba.
Se oy6 un clic seco cuando la puerta del coche se abri6 sola.
Sabrina fruncié los labios y se apresur6 a decirle a Fernando: “Gracias,
sefior Santander. Justo cuando extendi6 la mano para abrir la puerta,
pudo sentir que sus senos se hinchaban.
Probablemente fue por la sopa de pescado.
¢C6mo podrian hincharse sus pechos en un momento como este?
Sabrina estaba realmente sin palabras.
La leche materna se filtraba a través de su camiseta y la dejaba un poco
hameda como la dltima vez.
Fernando entrecerr6 los ojos y también lo not6. Recordé que ella no tomé
ninguna bebida durante la cena. ¢Por qué tenia el pecho himedo?
Fernando mir6 a Sabrina con curiosidad mientras ella huia del auto.