Capitulo 72
Sabrina se congeld cuando escuché lo que Fernando habia dicho. ¢ Acaba de
decirle que se quedara?
¢Que esta pasando?
Sin embargo, no podia hacerle esa pregunta.
Simplemente tenia que guardarse sus preguntas, hacerse a un lado y
averiguarlo por si misma.
Sabrina encontré un lugar junto a una planta en maceta. Los ojos de Fernando
parpadearon hacia su forma esbelta. Una mirada extrafia brillé en sus ojos. No
tenia idea de por qué no le gustaba la idea de que algin otro hombre pusiera
sus viscosas patas sobre la mujer.
Fue completamente confuso.
No podia evitar que su atencion se desviara hacia la mujer cada vez que ella
estaba cerca.
Ella lo habia tendido una trampa.
Esto fue ridiculo.
Debe estar poseido por el diablo.
“Mis més profundas disculpas, Sr. Santander. No sabia qué estaba haciendo
Billy con su personal. Prometo que esto no volvera a suceder*, se disculpd
inmediatamente Jamerson. “Por favor, no te enfades*.
Habia visto la forma en que Fernando le habia hablado a la joven. Le habld
como si la conociera.
Era evidente que no eran extrafios el uno para el otro.
Aunque no fueran amigos, la joven seguia siendo empleada del Grupo
Santander.
No seria un buen augurio para ellos si la ofendieran de alguna manera. Billy era
tan idiota.
¢Habria seguido coqueteando con la joven si no hubieran llegado a tiempo para
detenerlo?
Jamerson sinti6 que le picaba la mano ante ese pensamiento. Realmente le
gustaria darle a Billy una buena bofetada en la cara.
Fernando pensaba pagarles un buen precio por su fabrica. Si la venta fracasaba
por lo que habia hecho Billy, Jamerson juré que haria pagar al idiota!
“¢ Qué sucedi6?” Fernando ignord la disculpa de Jamerson y volvi6 su mirada
hacia Billy. Habia un borde de acero en su voz.
Billy estaba aterrorizado. No tenia idea de que sus inocentes intentos de liarse
con un disefiador de Alta Costura JK provocarian la ira del director general del
Grupo Santander.
¢ Como iba a hablar él mismo para salir de este lio?
“Nada...” Billy tartamude6 nerviosamente mientras buscaba una explicacion.
“Estaba discutiendo el trabajo con la Sra. Bracamonte®.
“¢ Es eso asi?” La nota de incredulidad en la voz de Fernando era tan cruda
como el dia. Se volvié hacia Sabrina y le pregunté a la joven, que estaba de pie
en silencio en un rincén. “¢ Esta diciendo la verdad, Sra. Bracamonte?”
“En el futuro, seria grandioso si el Sr. White pudiera abstenerse de llamarme a
su oficina cuando estemos solos®, dijo Sabrina. No queria meter a nadie en
problemas. Todo lo que queria hacer era salir de este lugar lo antes posible.
Tenia otras fabricas a las que ir y entregas que hacer.
“¢ Ha estado acosando a mi empleada, Sr. White?” Pregunté Fernanda. Billy
sinti6 que sus piernas se volvian de gelatina cuando escuché eso. Casi cae de
rodillas de puro terror.
“Por favor discllpese con la Sra. Bracamonte*, dijo Fernando con un toque de
acero en su voz.
Sabrina mir6 fijamente. Sus ojos estaban llenos de incredulidad mientras miraba
a Fernando.
¢Estaba hablando por ella?
Eso parecia imposible.
El la odiaba, no?
Sabrina sintié como si estuviera sofiando,
De ninguna manera Billy desafiaria lo que claramente era una orden de
Fernando. Casi tropez6 mientras corria hacia Sabrina. Las disculpas cayeron de
sus labios profusamente. “Lo siento mucho, Sra. Bracamonte. Lo siento mucho.
Esto no pasara otra vez. Nunca te llamaré a mi oficina cuando estemos solos de
nuevo.
“Por favor, acepte mis disculpas, Sra. Bracamonte*. El hombre temblaba de
terror.
Habifa permitido que la lujuria anulara su razén por un momento. No habia
querido hacer dafio. Solo habia querido burlarse de la joven.
Billy no esperaba atraer la ira de tanta gente. Honestamente se arrepintié de sus
acciones.
“Por favor, aseglrese de que esto nunca vuelva a suceder. Espero que los
nuevos disefios estén listos el préximo lunes, Sr. White, dijo Sabrina con
frialdad.
Billy asinti6 profusamente con la cabeza.
“Sr. Santander, se han pedido disculpas. Continuemos el recorrido por la fabrica,
¢de acuerdo? Jamerson pregunté con una nota de incertidumbre en su voz. No
queria que el incidente afectara la venta de la fabrica.
“Saltemos la gira. Estaré feliz de ofrecerle un buen precio por la fabrica si esta
dispuesto a considerar la venta, Sr. Jamerson*.
“Gracias, sefior Santander.
Habfan discutido todo lo que habia que discutir para el trato. Fernando y
Ramiro salieron de la oficina.Books Chapters Are Daily Updated Join & Stay
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El hombre habia hablado por ella hace un momento. Ella tenia que
agradecerle. Sabrina se dirigi6 lentamente hacia Fernando. “Sr. Santander,
gracias por hablar por mf en este momento*.
Fernando se detuvo en seco. El tono de su voz era suave. “Milisegundo.
Bracamonte, ¢de verdad no tienes sentido de la autoconservacién? O quizés...”
... tal vez ella habia reservado su ingenio para tenderle una trampa. Pero
Fernando no crey6 necesario decirlo en voz alta.
Se detuvo en el Gltimo momento.
Sin embargo, Sabrina sabia lo que queria decir. Ella lo sabia. Nunca le habia
importado. De hecho, acababa de insinuar que ella era una mujer relajada.
Estaba convencido de que ella le habia tendido una trampa.
“Gracias de todos modos®, dijo Sabrina. Empuj6 la extrafia e inexplicable
sensacion que habia sentido antes, apret6 los dedos alrededor de su pila de
billetes y giré sobre sus talones. Al momento siguiente, ella estaba saliendo de la
fabrica